El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz, han encargado a sus equipos y a sus gobiernos trabajar para cerrar un acuerdo sobre la reforma del mercado de la electricidad europeo, por el que llevan varios meses enfrentados, según han comunicado.
Macron explicó en una conferencia de prensa conjunta, al término de un seminario gubernamental francoalemán en Hamburgo, que había mantenido "discusiones en profundidad y muy alentadoras" sobre ese asunto.
"Hemos convenido que nuestros equipos y ministros puedan trabajar juntos en las próximas semanas para tratar de concluir de aquí a finales de mes un acuerdo necesario", añadió.
El presidente francés, que se mostró esperanzado en cerrar ese compromiso -"me parece al alcance de la mano", dijo-, insistió en que "sería un error perdernos en divisiones" y añadió que su "desafío es descarbonizar nuestras economías siendo competitivos".
Scholz, por su parte, afirmó que en la cuestión del futuro diseño del mercado europeo de la electricidad hay más garantía de éxito si existe una solución europea común, que a su vez es tanto más probable "si Alemania y Francia la desarrollan conjuntamente".
La reforma del mercado de la electricidad
Las "muy intensas discusiones" tanto entre ambos, como con el resto de ministros implicados en este diálogo han mostrado que "queremos avanzar juntos y que lo haremos, de eso estamos muy seguros", añadió.
París y Berlín mantienen fricciones desde hace meses primero por la apuesta francesa por mantener la energía nuclear como principal vector de generación de electricidad, mientras Alemania se decanta por las energías renovables y por medidas de eficiencia para sustituir el carbón y el gas.
Alemania cuestiona que la electricidad nuclear pueda tener la misma consideración que la de origen renovable en las políticas europeas de descarbonización, que es lo que busca Francia, que por su parte quiere que sus consumidores y sus empresas puedan beneficiarse de precios más bajos, precisamente por la generación de sus reactores atómicos.
Macron puso el acento en que la UE debe dar prioridad a una estrategia que le permita a su economía ser competitiva frente a la de Estados Unidos, que es menos dependiente en términos de energía y que puede ofrecer precios del kilovatio más bajos a las industrias que están allí.
Alemania y Francia
Por eso dijo que el objetivo de los Veintisiete es "la producción más barata" y un mercado en el que haya "libre circulación de los electrones bajos en carbono", es decir, los de las renovables pero también los de la nuclear.
A pesar de estas fricciones, Scholz aseguró que ambos países están de acuerdo en muchas cosas, por ejemplo en hacer todo lo posible por garantizar que Europa sea neutral en carbono a mediados de este siglo.
Aunque las vías para lograrlo son diferentes, aunque las decisiones que han tomado los distintos países hablan de caminos diferentes, "eso no significa que no vayamos a lograrlo juntos al mismo tiempo", afirmó.
Son decisiones diferentes y de lo que se trata es de "asegurarnos de que las cosas encajan bien", agregó.
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