Altran, líder global en ingeniería y servicios, y ahora parte de CapGemini, ha abordado el efecto del COVID-19 en el mercado eléctrico, así como sus perspectivas a corto, medio y largo plazo en un webinar organizado junto a la Asociación Empresarial Eólica, presentado y moderado por Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas & Cambio Climático de la AEE.
Durante su ponencia, David Pérez, director de Energía en Altran España, dejó claras varias cuestiones: que los precios de la electricidad bajarán a medio y largo plazo por la mayor penetración de las renovables, “la única duda es cuánto”; que una reducción excesiva de estos puede tener un efecto peor para el mercado que el propio Covid-19, y que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y el Pacto Verde europeo serán pilares fundamentales para la recuperación económica en España y la UE tras los efectos de la pandemia.
El director de Energía comenzó su intervención poniendo en contexto histórico la evolución de la demanda y la producción eléctrica desde el pico máximo que la primera alcanzó antes de la crisis de 2008, con datos como los que reflejan que en 2019 fue un 5,4% inferior a la máxima de 2008 y un 2,7% menor que en 2018, mientras que la oferta de generación “ha crecido un 27% desde 2008 por la producción de las renovables y un 4,3% el año pasado”. Unas cifras que se han intensificado en el mes de marzo, cuando la demanda cayó un 4,6% en relación con el mismo mes del año anterior y alcanzó el nivel más bajo desde 2004, con niveles de demanda entre semana similares a los habituales del fin de semana. En ese mismo mes la mitad de la generación fue de origen renovable, “concretamente un 26,8% eólica”, apuntó Pérez.
Esta bajada del consumo, junto con el aumento de producción renovable y el coste más bajo del gas, el carbón y los derechos de emisiones, ha ido acompañada de una reducción en los precios, “concretamente de un 43% si comparamos marzo de 2020 con el mismo mes de 2019 y un 23% respecto a febrero de 2020”, subrayó el directivo de Altran. Esto ha significado que España ha sido el segundo país europeo con mayor caída de precios, “un 32% respecto al promedio de las 10 semanas anteriores a la declaración del estado de alarma”. Algo relevante si se tiene en cuenta que en 2019 estos fueron más de un 20% superiores a los de mercados como el francés o el alemán.
Por lo que se refiere a los futuros, señaló que su precio también ha caído desde la crisis del COVID-19 y ha experimentado una tendencia similar al IBEX 35 en las últimas semanas, pero opinó que es más fruto de la “casualidad que de la causalidad, pues la correlación no implica relación”. Informó que la previsión del precio promedio por MWh para 2020 es de 35 euros, “el más bajo desde que existe el actual sistema”.
Respecto a cómo va a afectar esta crisis al mercado eléctrico a medio y largo plazo, David Pérez reconoció que no existe consenso entre los expertos y que la palabra más acertada es “incertidumbre”. Estimó que la profundidad de la misma dependerá de la duración del estado de alarma, de las medidas que tomen el Gobierno y UE y de la solidez de las empresas. “En la zona UE se estima un impacto relevante en el PIB con una amplia dispersión en función del país y en España los expertos prevén que sea algo mayor en profundidad y duración”, comentó.
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