La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha extraído más de 33.000 toneladas de madera y biomasa de los montes públicos andaluces, a través de diversas encomiendas a la Agencia de Medio Ambiente y Agua.
Del total de toneladas, casi la mitad se ha destinado a biomasa, seguida por el uso de madera de sierra y de industria de trituración, según informa la Consejería en una nota.
Desde la Junta explican que la extracción ha propiciado la generación de actividad para 17 empresas forestales y ha supuesto que otras 16 industrias andaluzas del sector de la madera y de la biomasa hayan podido abastecer su actividad industrial, a partir de un recurso renovable de los montes andaluces.
Además, ha reducido el volumen de combustible en el monte, lo que se traduce en "una mejor defensa del bosque contra los incendios forestales y el cambio climático, así como la mejora del estado fitosanitario general". Esta actuación se ha desarrollado en más de 1.227 hectáreas.
Los aprovechamientos de madera consisten en extraer los recursos naturales de manera sostenible para su posterior venta. En 2017, esta operación desarrollada por la agencia ha supuesto un volumen económico de 404.135 euros.
En el caso de la madera, la especie principal objeto de aprovechamiento en Andalucía es el pino y sus variedades, rodeno, piñonero, carrasco o salgareño. Además, con esta actividad se consiguen ingresos económicos que se destinan a la conservación del patrimonio natural, a la vez que se genera actividad económica en el ámbito rural. Así, se calcula que el número de jornales empleados en todas las provincias andaluzas suma 7.211, según detalla la Junta.
Los aprovechamientos forestales de madera y biomasa están directamente relacionados con la evolución hacia un nuevo modelo de desarrollo económico, a una economía verde, que "genera prosperidad a la par que conserva el estado y la salud de los ecosistemas naturales y se conforma como una alternativa para el medio rural".
En esa línea se enmarca el modelo de Plan de Gestión Integral (PGI), que la Junta de Andalucía ha aprobado ya en las ocho provincias de la comunidad autónoma. Los ingresos de las actividades que se realicen en los montes públicos se reinvierten en los mismos y se calcula que, en diez años, se generarán casi 44 millones de euros, entre los que se encuentran los aprovechamientos de madera.
Los PGI en marcha son Sierra de los Filabres, Sierra Occidental de Córdoba, Sierra Norte de Sevilla, Parque Natural de Los Alcornocales, el Plan del Mustio, Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, en Granada y Málaga, y el de Sierra Morena.
En todos ellos, se pretende implantar un nuevo modelo de gestión de los montes públicos, con especial incidencia en la economía local y de proximidad, generando alternativas sostenibles en la región e incidiendo en la reinversión de los beneficios económicos de los aprovechamientos forestales en los propios montes de una forma continuada en el tiempo, según concluyen desde la Consejería de Medio Ambiente.
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