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Ascenso y caída de la energía nuclear: el efecto Fukushima

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Central nuclear de Trillo. FOTO: Iberdrola
Central nuclear de Trillo. FOTO: Iberdrola

Poco a poco, la energía nuclear va dejando de estar de moda: en 1996 proporcionaba el 17,6%  de la electricidad mundial. Hoy suministra sólo un 10,8% y podría caer aún más en el futuro. Esta es la conclusión principal del informe The World Nuclear Industry  Status Report 2014, realizado por un equipo de expertos coordinado por el consultor francés Mycle Schneider y liderado por el consultor británico Antony Froggatt, que traza el ascenso y la caída de la energía nuclear en el tiempo.

La radiografía actual del sector de la energía nuclear pone de manifiesto que, hoy en día, el número de reactores nucleares en funcionamiento es significativamente menor que en 2010,  debido en gran parte al cierre de 48 reactores en Japón después de la catástrofe de Fukushima. Por otro lado, sólo China tiene planeado aumentar masivamente la construcción de nuevos reactores, mientras que muchas centrales nuevas, desde Finlandia a Vietnam, sufren retrasos principalmente por los sobrecostes.

El panorama actual es desalentador desde el punto de vista de la lucha contra el calentamiento global. La proporción de la energía que el mundo obtiene de fuentes libres de carbono se ha estancado desde 1999, en parte por el retroceso de la industria nuclear. La situación creada, vista con muy buenos ojos desde las organizaciones y formaciones políticas ecologistas, es sin embargo vista con preocupación por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que ya ha advertido de que la reducción de las emisiones será mucho más cara si no se dispone de la energía nuclear suficiente.

Según  los últimos informes de la Agencia Internacional de la Energía, la capacidad global  de energía nuclear debe crecer  a más del doble, para que esta fuente de energía suministre el 17% de la producción mundial de electricidad en 2050. Es decir,  la capacidad instalada mundial necesitaría pasar desde los niveles actuales de 396 GW para llegar a 930 GW en 2050, para poder lograr el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a sólo 2 grados Celsius (° C) antes de fin de siglo. Para lograr el objetivo, se necesitará una reducción a la mitad de las emisiones relacionadas con la energía a nivel mundial para el año 2050 y, por tanto una amplia gama de tecnologías energéticas con baja emisión de carbono para apoyar esta transición, y serán necesarias  unas inversiones en nuclear de 4,47 billones de dólares.

Ese es el panorama y la hoja de ruta que plantean la AIE y la Agencia de la Energía Nuclear, pero la situación actual refleja una situación bien  diferente, según reflejan los gráficos y cuadros del informe La sitaución de la industia nuclear en el mundo 2014 que ponen de manifiesto el declive de la industria nuclear.

**La producción nuclear cae desde 2006 **

La generación de electricidad nuclear siguió creciendo durante la década de 1990 hasta que llegó a un pico de 2.660 teravatios/hora en 2006. A partir de ahí, comenzó a caer y, en 2013 generó justo 2.359 TWh de electricidad. En este espacio de tiempo, la energía nuclear ha sido eclipsada por otras fuentes de energía y, en particular, por el carbón y el gas natural. En 1996, la energía nuclear proporciona 17,6 por ciento de la electricidad mundial. Hoy en día, eso es hasta alrededor de 10,8 por ciento.

Hay 390 reactores nucleares operativos frente a los 438 de hace una década

El pasado  1 de enero de 2015, había 390 reactores en funcionamiento en todo el mundo, lo que supone una importante caída frente a la situación que había hace una década, principalmente por el cierre de los 48 reactores nucleares japoneses tras el desastre de Fukushima.

El futuro se presenta incierto. Es verdad que hace poco las autoridades niponas han puesto en marcha dos plantas que cumplen las medidas de seguridad mejoradas impuestas tras el desgraciado accidente de Fukushima. Pero no está claro cuántos reactores reiniciarán la actividad, ya que la oposición de la opinión pública sigue siendo muy fuerte.

Mientras tanto, Alemania se encuentra en el proceso de eliminación gradual de su programa de energía nuclear a raíz de Fukushima. El país cerró l 8 de sus reactores nucleares en 2011, y tiene planes de cerrar los 9 restantes entre 2015 y 2022. Estados Unidos también ha sido testigo de la jubilación anticipada de 5 reactores nucleares desde 2012 –uno en Florida, Wisconsin y Vermont, y dos en California-. Algunos de esos reactores eran simplemente demasiado caros frente a la competencia en precios del shale gas y la energía eólica terrestre.

Sólo 31 países operan centrales nucleares

En la actualidad solo 31 países generan electricidad a partir de la fuente nuclear. Entre estos, Estados Unidos todavía sigue siendo el país que más electricidad genera, con una cantidad cerca de dos veces más que Francia. Pero mientras el país galo produce el 75% de la electricidad que consume con energía nuclear, la proporción de Estados Unidos sólo alcanza el 19%. En términos relativos no sólo Francia supera a EEUU, sino también países como Bélgica, Eslovaquia y Hungría también conseguir alrededor de la mitad de su energía a partir de la fuente nuclear.

En líneas generales, la mayoría de los países están generando menos electricidad a partir de la nuclear de lo que lograron en sus picos históricos, y especialmente Japón y Alemania.

Hay 65 reactores en construcción, pero los retrasos son la tónica predominante

El número de reactores en construcción en todo el mundo ha crecido desde 2005. El pasado 1 de enero de 2015 el número era de 67, pero esta es una cantidad muy inferior a la existente en las décadas de 1970 y 1980.

También hay que resaltar que este número puede enmascarar muchas de las dificultades existentes en la construcción de nuevos reactores. Ocho de estos reactores llevan en construcción por este motivo más de 20 años -incluyendo en este grupo a la central estadounidense  en Tennessee, cuya construcción se inició en 1972, fue detenida durante años y luego reiniciado recientemente, superando la fecha límite en 2012, y que ahora se espera que se conecte a la red en este año 2015.

En total, el informe señala que 49 de esos reactores en construcción han sufrido retrasos importantes, que van desde varios meses a varios años. Los reactores nucleares son muy caros y requieren mucho tiempo para su construcción y puesta en marcha. Pueden enfrentarse a todo tipo de obstáculos, desde  los excesos de costes en los procesos de concesión de licencias a complejos obstáculos regulatorios por la oposición popular, como acaba de ocurrir con  dos reactores en Taiwán. "La experiencia demuestra que tener un pedido de un reactor, o incluso tener una planta nuclear en una fase avanzada de construcción, no es garantía para la conexión a la red y la producción de energía", señala el informe.

Sólo 14 países tienen planes para construir nuevos reactores nucleares

El informe señala que cuatro quintas partes de las nuevas centrales en construcción están en Asia y Europa del Este. China es el único país donde realmente se ha apostado firmemente por la  energía nuclear, con  una previsión de construir 28 nuevas centrales para el año 2018.

Solo unos pocos países, entre ellos Francia, Finlandia y China, están trabajando en reactores de la "próxima generación", con sistemas de seguridad avanzados y una mayor eficiencia. Pero hasta la fecha no hacen más que sufrir demoras e incrementos de costes. Por ejemplo, el proyecto Olkiluoto, en Finlandia, ha triplicado su presupuesto in icial y lleva más de 9 años de retraso, mientras que el proyecto Flamanville en Francia acumula un  retraso de cuatro años. A dos plantas de Taishan, en  China, les pasa algo parecido.

Si no se toman medidas, la energía nuclear podría desaparecer en 50 años

Según el informe de Schneider y Froggatt, si no se hace un gran esfuerzo inversor, para el 2059 el mundo se quedaría sin  reactores nucleares. Según sus cálculos el mundo necesitará poner en marcha 400 reactores de aquí a esa fecha si quiere mantener la capacidad de generación actual y si se quiere, como recoge la AIE en su hoja de ruta para la energía nuclear, cumplir con  el objetivo climático, hará falta incrementar la capacidad nuclear en más del doble para cubrir el 17% de la demanda de energía nuclear para esa fechas.

Esa es una tarea titánica. Una variedad de informes sobre el cambio climático han sugerido que será crucial un aumento importante de la energía nuclear sin emisiones de carbono para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero y evitar aumentos drásticos de temperatura.

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