Pasar por caja. Es así de fácil. Si querías conseguir un favor de Hacienda había que contratar al bufete Equipo Económico. Esta es la principal conclusión a la que han llegado los Mossos de Esquadra durante su investigación del caso Montoro. Y no fue tarea fácil.
Todo comenzó en mayo de 2013. Se da a conocer el primer texto válido de la bonificación del 85% sobre el impuesto Especial sobre la Electricidad (un 5,11% sobre la factura de la luz de todos los consumidores). Se lo otorgan a una serie de empresas, sobre todo grandes consumidores electrointensivos.
Pero las empresas fabricantes de gases industriales y medicinales se quedaron fuera. Como Asociación de Fabricantes de Gases Industriales y Medicinales (AFGIM) trataron de convencer al Gobierno, haciendo lobby junto a la patronal de los electrointensivos (AEGE), enviando cartas y comunicándose con el entonces secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre. Esto era en septiembre de 2013.
Sin resultado en el primer intento
Según el sumario del caso Montoro, al que ha tenido acceso El Periódico de la Energía, no obtuvieron resultado. El secretario les contestó mediante carta que se quedaban fuera porque así lo decía la Directiva Europea. En octubre de ese mismo año, un miembro de Equipo Económico acudió a la Junta Directiva de la Asociación. Les ofrece sus servicios, y que se lo contraten al menos seis meses, para empezar a trabajar y conseguir el cambio en el texto de la bonificación.
"En atención a ello, propone una formula de colaboración a desarrollar durante un periodo de seis meses con el fin de elaborar y difundir en el ámbito politico apropiado, un estudio técnico que justifique la inclusión del sector de los gases industriales en el contexto de tal exención por cumplir los requisitos establecido a nivel de Directiva Comunitaria.
Dicho estudio debe estar basado en tres aspectos esenciales: el impacto recaudatorio que tal medida puede suponer, el desarrollo pormenorizado de los costes energéticos del sector, y el Derecho Comparado", reza el documento de la Junta Directiva.
Las empresas se reunen por videoconferencia el 25 de octubre de 2013 y deciden contratar a Equipo Económico (EE), dividiéndose el pago entre las principales asociadas de AFGIM, no como asociación. Y además también se decide contratar a EY como consultor externo para que los ayude con un "informe sobre los costes energéticos y su impacto fiscal".
El objetivo es que antes de que acabe el año se consiga sí o sí dentro de la bonificación del 85% que se impondrá a partir del 1 de enero de 2014. En noviembre se cierra el acuerdo con EE. Pero no da tiempo, ya era tarde. No es hasta ese enero cuando EE envía sus ofertas económicas para realizar "un asesoramiento fiscal" a todas las empresas: Carburos Metálicos, Air Liquide, Abelló Linde, etc.
La maquinaria se pone en marcha. En febrero de 2014, EY presenta su informe sobre los costes energéticos y su impacto fiscal de las empresas de AFGIM. Preparan toda la documentación y en marzo entra en escena Cristóbal Montoro, por entonces, ministro de Hacienda.
Quiere conocer la situación real de la industria y cierran una reunión con los principales directivos de AFGIM para el mes de marzo. (Ver foto).
En estas escasas semanas, EE prepara una Nota Justificativa por la que los asociados pagan 270.000 euros por 12 páginas que prácticamente no dice nada. Por otro lado pagaron 40.000 euros a EY por un informe mucho más serio y trabajado sobre los costes reales de las fábricas de los asociados de AFGIM.
La clave de todo
Ante todo esto, los Mossos llegan a la conclusión de que "si contextualizamos todo ello con los datos y hechos detectados a lo largo de la investigación, cobra fuerza la hipótesis barajada de inicio, según la cual la contratación de EE obedecía a la capacidad de influencia en el Ministerio de Hacienda que tenían los socios de este despacho, debido a los cargos públicos que habían ocupado con anterioridad y la evidente relación que tenían con el Ministro".
Además, aportan otra prueba de un email. "De hecho, fue en esos términos en los que se expresó Rubén Folgado cuando el 5 de diciembre de 2013, se dirigió a Karl Hauck en los términos siguientes: "La vía más directa, como siempre, es pagar a este equipo económico que tiene contacto directo con el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro""
Pasaron las semanas y en mayo se volvieron a reunir para avanzar en la estrategia para conseguir el cambio normativo. "Convinieron que la propuesta incluyera todos los sectores cuyos costos energéticos superasen el 50% de sus costes totales de fabricación", sea cual sea el proceso productivo.
Y se le dieron a EE todos los poderes para actuar. En junio, la propuesta ya estaba incluida en un anteproyecto de ley.
Todo eran felicitaciones. "J.L. tu visita a Montoro va a ser productiva", escribía en un email Eduardo Arroyo, un directivo de Carburos Metálicos a su presidente José Luis Méndez, a su vez, presidente de la asociación AFGIM. Y le mostraba la propuesta de incluirlos en la bonificación fiscal.
Fueron pasando las semanas, los meses, todo iba perfecto. EE cobrando sus facturas y todo indicaba que iban a entrar. Al ir todo viento en popa, otros asociados se sumaron al barco y contrataron también a Equipo Económico por los servicios prestados.
Finalmente el Proyecto de ley fue aprobado por el Pleno del Congreso de los Diputados del día 20 de noviembre y publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales una semana más tarde. Objetivo cumplido.
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