Las investigaciones del caso Montoro están mirando la relación de las actuaciones del exministro de Hacienda con varios sectores que contrataron los servicios del bufete que él mismó creó, Equipo Económico. Uno de ellos fue el de energías renovables. Pero si existe un Gobierno con el que las renovables menos se han sentido a gusto fue con el de Mariano Rajoy que le tocó tomar cartas en el asunto en el sistema eléctrico para no seguir engordando la deuda de 30.000 millones de euros que se había generado principalmente por los primeros años de las primas a las renovables.
Hubo dos autores de la gran reforma del sistema eléctrico, Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, y José Manuel Soria, de Industria y Energía. Montoro fue realmente quien hizo los cálculos de todo y tomó las grandes decisiones fiscales, pero Soria quería acabar con el agujero por la vía más rápida, numerosos impuestos, incluidas las renovables.
La propuesta incluía un impuesto del 4% a las térmicas, del 11% a la generación eólica y otro del 19% a la fotovoltaica y del 13% a la termosolar. Nucleares e hidráulicas también tendrían su propio gravamen (10 y 15 euros por megavatiohora). Tocaba compensar los ingresos de los famosos CTCs. En total, pretendía recaudar 6.800 millones de euros al año y compensar a las eléctricas con concesiones más amplias.
Reforma fiscal de 2012
Pero Montoro echó el freno a esta vorágine de impuestos, sobre todo a las renovables. “Han propuesto unos impuestos selectivos [sobre cada tipo de energía] que iban a crear discriminación”, respondió el ministro de Hacienda en una entrevista en la agencia Bloomberg por aquel entonces. “Nos hemos opuesto desde el primer minuto”, dijo. Y tanto, finalmente la reforma fiscal no llevó esos impuestos, pero sí un Impuesto a la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE) del 7% a toda la generación. Un impuesto que sólo penalizó a los españoles a tener una energía más cara ya que se trasladó al precio en el mercado mayorista y no a los productores de energía eléctrica.
No es lo mismo un 7% que un 13% o un 19% como se pretendía penalizar a la fotovoltaica.
Lo que sí llevó a cabo en la reforma fiscal de 2012 fue implantar el canon hidráulico, penalizando la rentabilidad de la energía hidroeléctrica y el impuesto a los residuos nucleares. De esa manera cumplírían con lo que les pediría la Comisión Europea. Estaba el mantra del rescate sobrevolando.
A pesar de estos nuevos ingresos fiscales, que paró Montoro de aquella manera, España necesitaba recortar algunas partidas. Y fue ahí cuando metió mano el equipo de José Manuel Soria.









Vicente
21/07/2025