La propuesta de reforma del mercado eléctrico que debate la Unión Europea, bajo el objetivo de avanzar en la transición energética, se presenta como una legislatura que busca proteger al consumidor ante futuras crisis e incrementar la independencia energética del Viejo Continente. Sin embargo, un informe elaborado por la consultora alemana Neon Neue, en nombre del Parlamento Europeo (ITRE), y en colaboración con Bruegel, ha sacado los colores a todas las propuestas presentadas sobre la misma.
De esta manera, los expertos instan a centrar la reforma en los mercados a largo plazo, conservando los mercados europeos de electricidad a corto plazo que funcionan bien y también a que cualquier contrato y mercado a largo plazo sea diseñado de forma que mantenga los incentivos para que los participantes en el mercado operen eficientemente en los mercados a corto plazo.
Aún así, más concretamente, esta recomendación general se manifiesta en tres recomendaciones básicas. En primer lugar, señalan en el informe que "hay que proteger a los clientes de las crisis de precios utilizando instrumentos que mantengan los incentivos de precios a corto plazo. En el caso de los mercados minoristas, esto significa que las futuras tarifas minoristas no deben ser contratos de precio fijo, sino asegurar la factura eléctrica (mediante lo que en otros segmentos del mercado se denomina cobertura) dejando que funcionen los incentivos a corto plazo" y añaden que "mantener los incentivos de flexibilidad para la demanda es fundamental, porque en un sistema eléctrico descarbonizado la generación dependerá en gran medida de las condiciones meteorológicas y los costes de integración pueden reducirse drásticamente haciendo más flexible la demanda, especialmente los vehículos eléctricos y las bombas de calor. Los contratos minoristas a más largo plazo también pueden eliminar la necesidad de mecanismos discretos de intervención en los precios, que son problemáticos porque destruyen la confianza del mercado y sólo deberían utilizarse como último recurso.
En segundo lugar, inciden en que los contratos a largo plazo para la generación con bajas emisiones de carbono también deberían diseñarse de forma que se preserven los incentivos a corto plazo. "Si los Contratos por Diferencias están mal diseñados, eliminan los incentivos para que los generadores produzcan electricidad de alto valor y diseñen las centrales de forma eficiente y respetuosa con el sistema. Por tanto, es imprescindible que los contratos por diferencias estén bien diseñados. Lo mismo puede decirse de los acuerdos de compra de energía respaldados por los gobiernos. Intervenir en el diseño de los mercados a plazo existentes mediante la creación de centros virtuales a plazo debe hacerse con cuidado y parece justificada una evaluación de impacto previa, dadas las grandes incertidumbres que rodean a los efectos potenciales de la medida" explican.
Y en tercer lugar, recomiendan evitar la introducción de muchos submercados de flexibilidad específicos y poco definidos. "Lamentablemente, la reforma actual incluye varios ejemplos de este tipo, desde productos de ahorro de picos hasta objetivos de flexibilidad y mecanismos de contratación. La multitud de mercados energéticos a corto plazo que funcionan correctamente en Europa —desde el mercado diario hasta los mercados intradiarios y de equilibrio— ofrecen los incentivos económicos adecuados no sólo para la generación, sino también para que las entidades de demanda y almacenamiento utilicen su potencial de flexibilidad de forma eficiente" razonan y concluyen que "no hay razones económicas claras para añadir nuevos mercados y subvenciones".
Ajustes
Los autores del informe concluyen también que la reforma del mercado de la electricidad de 2023 no será el último gran ajuste del diseño del mercado europeo de la electricidad. Según ellos, no se dispone de datos importantes para evaluar el funcionamiento del actual diseño del mercado, y no existe un modelo sólido para analizar ex ante las repercusiones de las opciones de diseño del mercado.
En el documento se insiste además en que experimentar constantemente con los distintos elementos del diseño para encontrar un diseño de mercado que funcione no convencerá a los inversores de invertir cientos de miles de millones de euros en activos de generación, almacenamiento, transporte y consumo de energía y recomiendan la creación de una infraestructura de conocimientos para "respaldar una revisión importante del sistema de funcionamiento del sistema eléctrico europeo. Es necesario recopilar algunos datos agregados significativos sobre contratos, precios y flujos financieros para evaluar a posteriori el diseño actual del mercado".
Es necesario disponer de un modelo estilizado para debatir las opciones de diseño del mercado como referencia para los debates sobre futuras reformas. La Comisión debe preparar un inventario sustancial de las implicaciones del actual diseño del mercado y de las opciones para reformarlo, tal vez inspirándose en el debate sobre la Revisión de los Acuerdos del Mercado de la Electricidad (REMA) del Reino Unido.
Dentro del informe, una segunda prioridad a corto plazo sería maximizar las capacidades de transmisión, tanto física como operativamente. "Hacer de esto una prioridad supondrá una reducción significativa del coste de la energía en Europa a corto y, lo que es más importante, a largo plazo. Permitir una disminución relativa de las capacidades transfronterizas, por el contrario, pondrá en cuestión el mercado interior de la electricidad y encarecerá mucho la descarbonización de los sistemas nacionales" dicen. Un paso crucial en este sentido sería "contar con una optimización más regional o a escala europea del despacho (y de las inversiones en la red), así como con señales más locales que reflejen los desequilibrios locales entre la oferta y la demanda".
Otra prioridad que identifican es la demanda. Los debates que están surgiendo sobre la congelación de precios para determinados grupos de consumidores (sobre todo la industria de gran consumo energético) entrañan un riesgo importante para el mercado de la electricidad. "Si el volumen, el momento y la localización del consumo de electricidad son anulados por los gobiernos nacionales, no sólo podría haber carreras de subvenciones ineficientes y los correspondientes desafíos a los flujos transfronterizos, sino también decisiones de inversión ineficientes que impliquen un mayor coste del sistema energético en el futuro" advierten. Así, como alternativa, proponen abordar los obstáculos a la flexibilidad existentes, entre los que destaca uno: las tarifas de red. "Los sistemas de tarifas de red existentes en muchos Estados miembros impiden que el lado de la demanda ofrezca todo su potencial de flexibilidad debido a unos cargos por capacidad ineficientes y a la falta de tarifas de red dinámicas, un punto ciego de la propuesta de reforma de 2023" justifican.
Señales de inversión
"La reforma actual no resolverá el problema de la ineficiencia de las señales de inversión. El problema subyacente es muy profundo y la insuficiencia de ingresos para los generadores en general no es el problema principal". Así de tajantes resultan Georg Zachmann, Lion Hirth, Conall Heussaff, Ingmar Schlecht, Jonathan Mühlenpfordt y Anselm Eicke.
Señalan que el problema central es que "el sistema eléctrico se encuentra atrapado entre un mercado que no siempre proporciona las inversiones esperadas y un flujo constante de intervención gubernamental que anula las señales del mercado. De ahí que a menudo observemos que las inversiones basadas en el mercado se ven desplazadas por las inversiones con respaldo público".
"Resolver esta dicotomía Estado-mercado en un sistema de gobernanza que se caracteriza por una dicotomía entre la soberanía nacional sobre la combinación de combustibles y los beneficios de un sistema eléctrico europeo conjunto es conceptualmente muy difícil" comentan, pero, "herramientas indirectas como ejercicios de planificación de mayor calidad y transparencia a escala nacional y europea que impongan una coordinación real pueden contribuir en gran medida a reducir la incertidumbre de los inversores. En términos físicos, la respuesta a la demanda y la flexibilidad serán mucho más importantes con una mayor proporción de energías renovables".
Para que esas señales sean correctas, y aprovechar también los recursos correspondientes de otros países, "será necesario que el diseño del mercado establezca incentivos adecuados para la inversión y el funcionamiento. Un ámbito que merece la pena explorar es la experimentación de una mayor cooptimización local de los sistemas, incluso a lo largo de la cadena de valor. Con, por un lado, más generación y almacenamiento local de electricidad y, por otro, más integración con la calefacción, el transporte, el hidrógeno, los datos y otros sistemas, parece que las nuevas soluciones podrían descubrir un potencial de eficiencia significativo" finalizan.
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