La región de Asia-Pacífico, que alberga a la mitad de la población mundial y aporta un tercio del PIB mundial, mantendrá hasta 2050 una cuota del 50% de la demanda mundial de energía primaria y del 60% de las emisiones mundiales de carbono. Es poco probable que esta tendencia cambie si no se adoptan medidas políticas enérgicas y no se invierte.
Sin embargo, la región aún tiene potencial para convertir estos retos en oportunidades y convertirse en líder mundial de la transición energética, según el informe "_Perspectivas de la Transición Energética en Asia y el Pacífico (ETO) _de Wood Mackenzie".
"Cada país de la región Asia-Pacífico es muy diferente en términos de crecimiento demográfico, desarrollo económico, panorama político, recursos naturales de los que disponen y, lo que es más importante, lo que no tienen determinará su transición hacia una senda de bajas emisiones", afirma Prakash Sharma, vicepresidente de Investigación de Escenarios y Tecnologías de Wood Mackenzie.
Caminos hacia una transición energética baja en carbono
"La región de Asia-Pacífico es el mayor mercado de generación de energía y energías renovables, pero también el más diverso. Cada nación tiene diferentes recursos locales, factores económicos y situaciones políticas que la impulsan. Para equilibrar los pasos necesarios para la descarbonización con la realidad económica, las energías renovables y los vehículos eléctricos (VE) serán clave en la transición de esta región", afirma Jom Madan, Energy Transition Research de Wood Mackenzie.
Según la hipótesis de base de Wood Mackenzie, se prevé que el parque de vehículos eléctricos de Asia-Pacífico pase de los 24 millones de automóviles actuales a la asombrosa cifra de 635 millones de unidades en 2050. Además, se espera un crecimiento adicional del 30% en el parque de VE en el escenario de los compromisos, mientras que el escenario cero neto anticipa un notable aumento del 60%. Este crecimiento exponencial está impulsado por la asequibilidad de los VE y la disponibilidad de recursos en la región.
En el caso base de Wood Mackenzie, el suministro con bajas emisiones de carbono representa el 35% de la generación eléctrica actual, y se prevé que aumente hasta el 75% en 2050, mientras que la cuota de la energía eólica y solar se incrementa hasta superar el 54%. China alcanzará una capacidad solar y eólica acumulada de 2.000 GW en 2030, superando su objetivo. Para 2050, Australia está preparada para liderar la región de Asia-Pacífico en generación de energía renovable, con una cuota de más del 80% en el caso base y en los distintos escenarios.
Distintas tecnologías
Este rápido crecimiento de las energías renovables variables va acompañado de la adopción de tecnologías de almacenamiento de energía, hidrógeno, pequeños reactores nucleares modulares y geotermia. Para 2050, casi el 50% de las nuevas oportunidades tecnológicas del mundo para las bajas emisiones de carbono estarán en Asia-Pacífico.
Hidrógeno: El hidrógeno bajo en carbono alcanzará el 3,5% de la demanda final de energía en 2050 en el caso base y el 12% en el escenario cero neto, desplazando a los combustibles fósiles en los sectores químico, siderúrgico, cementero y de movilidad pesada.
Captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS): En el caso base de Wood Mackenzie, se espera que la captura de carbono en fuentes puntuales y en el aire pase de 3 millones de toneladas en 2023 a 755 millones de toneladas en 2050. En el caso neto cero, el despliegue alcanzará unos 3.360 millones de toneladas en 2050. Sin embargo, será necesaria una expansión significativa para desarrollar infraestructuras de transporte, envío y almacenamiento que permitan acomodar este aumento.
"El éxito de la implantación de la CCUS y del hidrógeno bajo en carbono requiere un fuerte apoyo político. Aunque varios mercados han establecido objetivos para alcanzar las emisiones netas cero, pocos países están actualmente en vías de alcanzarlos", dijo Roshna Nazar, analista de Investigación, Transición Energética en Wood Mackenzie. "Se necesita una sólida tarificación del carbono, incentivos fiscales y regímenes reguladores de apoyo para incentivar la transición y cerrar la brecha de emisiones".
El gigante de la energía
"La región de Asia-Pacífico representa un tercio de la demanda mundial de petróleo, un cuarto de la de gas y el 80% de la de carbón. Pero no produce lo suficiente para satisfacer esta demanda por sí sola", dijo Nazar.
Según Wood Mackenzie, la demanda de gas seguirá aumentando durante 15 años en todos los escenarios, con el crecimiento de la energía y la industria compensando el declive a largo plazo de los edificios. Para 2050, se espera que la demanda de gas pase de 890.000 millones de metros cúbicos (bcm) a 1.285 bcm en el caso base, pero caiga a 655 bcm en el escenario cero neto.
"A pesar de que la mayor parte de la región de Asia-Pacífico es importadora neta tanto de petróleo como de gas, el suministro interno de gas está disminuyendo en la región. Harán falta nuevos descubrimientos o gas natural licuado (GNL). Incluso en el escenario neto cero, se necesitarán importantes inversiones para mantener el suministro de los yacimientos existentes y desarrollar nuevas fuentes", añadió Nazar.
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