El presidente de Asturias, Javier Fernández, ha advertido de que Asturias podría enfrentarse "a una nueva reconversión" si se confirma el cierre de centrales térmicas, un ajuste que se sumaría a los que ya ha vivido la región en el pasado en el sector naval, la siderurgia o la minería.
Iberdrola anunció el pasado 10 de noviembre el cierre de sus dos últimas centrales de carbón en el mundo: la asturiana de Lada y la de Velilla, en Palencia.
En defensa de la continuidad de la actividad de esta central se han aprobado hoy en el parlamento asturiano varias propuestas de resolución que han contado con el respaldo de la mayoría de la Cámara, según ha recordado el jefe del Ejecutivo asturiano, que trasladará la próxima semana su preocupación sobre el asunto al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal,
"Esto es otra reconversión en Asturias, que se sumaría a la naval, minera y siderúrgica", ha señalado Fernández antes de incidir en que en estos años se ha consolidado un polo energético muy importante en la región del que forman parte esencial las centrales térmicas de carbón.
El presidente ha incidido en que un cierre de esta naturaleza supondría un "golpe muy duro" para el empleo directo, cifrado en unos 600 o 700 personas, pero también para las empresas que prestan servicios, para el puerto de El Musel y para el sector del transporte. De hecho, el presidente ha señalado que las cinco o seis millones de toneladas de carbón que se queman en la térmica asturiana equivalen al movimiento de 200.000 camiones.
El presidente asturiano ha incidido en que este asunto será objeto de debate en el encuentro que la próxima semana va a mantener él y el presidente de Castilla y León, Vicente Herrera, con Nadal.
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