La auditoría de la compañía energética Holaluz apunta la existencia de una "incertidumbre material" que puede generar "dudas significativas" sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento, además de mencionar un fondo de maniobra negativo de 44,3 millones de euros.
El auditor señala dudas significativas sobre la capacidad de Holaluz para seguir funcionando
Los asesores han mencionado un fondo de maniobra negativo de 44,3 millones
La compañía Holaluz perdió en 2023 un total de 26 millones de euros, frente a los 5,1 de pérdidas de 2022, lo que supone quintuplicar sus números rojos, según las cuentas comunicadas al BME Growth el miércoles 1 de mayo a las 00:08 horas.
Posteriormente, BME dio a conocer que había tomado la decisión de suspender de contratación de las acciones de Holaluz al no presentar en el plazo previsto el informe del auditor.
La situación en Holaluz
Finalmente, ayer por la noche, en un comunicado de Holaluz al BME Growth, se conoció el informe del auditor independiente EY, que recordó que las previsiones de tesorería para los próximos doce meses incluyen nuevas fuentes de financiación por importe global de 20 millones de euros, que de no materializarse supondrían la presentación de un preconcurso de acreedores.
Por ello, el auditor concluye que hay circunstancias que indican la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para "continuar como empresa en funcionamiento".
Asimismo, el auditor señala que las cuentas anuales consolidadas presentadas por la entidad expresan la "imagen fiel del patrimonio y la situación financiera" del grupo a 31 de diciembre de 2023.
Holaluz dio a conocer que los representantes en su consejo de administración del fondo de capital riesgo Axon y del fondo de pensiones Geroa habían firmado las cuentas en desacuerdo.
La compañía está sufriendo la caída del mercado de placas fotovoltaicas, al igual que otras empresas del sector, como SolarProfit, que ha solicitado incluso el preconcurso de acreedores.
La compañía catalana anunció el pasado noviembre un ERE para unos 200 trabajadores (el 27 % de su plantilla), por la ralentización del negocio de solar en el ámbito residencial.
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