El Gobierno de Albanese acelerará la puesta en marcha de un sistema nacional de certificación que garantizará la procedencia del hidrógeno -y los electrones- producidos en Australia, para distinguir si proceden de recursos renovables o del carbón o el gas.
El Partido Laborista Federal dijo que espera tener en funcionamiento el Sistema de Garantía de Origen en la segunda mitad de 2025, tras duplicar la financiación para su desarrollo en el Presupuesto de 2024/25 hasta un total de más de 70,4 millones de dólares.
El plan, cuya versión ya propuso el Gobierno de Morrison en 2021 como parte de su Estrategia Nacional del Hidrógeno, se ha convertido en una “columna vertebral de la contabilidad de emisiones” para apoyar el desarrollo de la industria ecológica a través de su programa Future Made in Australia, dotado con 22.700 millones de dólares.
Este programa incluirá una Garantía de Origen de la Energía Renovable, que emitirá certificados digitales que demuestren cuándo, dónde y cómo se ha producido la electricidad renovable, y que sustituirá al RET en 2030 como marco para certificar la electricidad renovable.
En un primer momento, sin embargo, el sistema se centrará en el hidrógeno -que puede ser verde (renovables), azul (gas) o marrón (carbón)- y luego se ampliará para incluir combustibles líquidos bajos en carbono, como el combustible de aviación sostenible, metales verdes como el acero y el aluminio, y biometano y biogás.
El sistema expedirá certificados digitales que permitirán a productores, exportadores y usuarios demostrar dónde se ha fabricado un producto y las emisiones asociadas a su producción y transporte.
El Gobierno afirma que los certificados se utilizarán para determinar la elegibilidad para créditos fiscales en virtud del crédito fiscal para la producción de hidrógeno de 6.700 millones de dólares anunciado en el Presupuesto Federal de 2024/25, y es probable que desempeñen un papel facilitador crucial en el desarrollo de otras industrias verdes.
“El plan de Garantía de Origen es el programa más importante de la industria ecológica del que nunca se ha oído hablar”, declaró la ministra adjunta de Clima y Energía del Partido Laborista, Jenny McAllister.
“A medida que el mundo se descarboniza, será cada vez más importante que las empresas puedan dar cuenta de las emisiones de carbono asociadas a sus productos. El plan de Garantía de Origen dará a las empresas australianas una ventaja competitiva al proporcionar una certificación, respaldada por el Gobierno, de la intensidad de carbono de los principales productos ecológicos”.
Según McAllister, el Ministerio está estudiando las propuestas presentadas en el marco de la consulta sobre el diseño del sistema, y “en breve” dará a conocer su respuesta definitiva. A partir de ahí, el plan es ultimar la legislación que habilite el sistema para que pueda ponerse en marcha en la segunda mitad de 2025, según el Gobierno.
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