Hidrógeno

Australia corre el riesgo de perder su ventaja en la carrera mundial por el hidrógeno debido al estancamiento de los proyectos

El país se está quedando atrás, con el 80% de sus proyectos aún en fase inicial de desarrollo y múltiples cancelaciones de alto perfil, según un nuevo análisis de Wood Mackenzie

1 comentario publicado

El informe “¿Cómo puede competir Australia en el mercado mundial del hidrógeno (antes de que sea demasiado tarde)?” de Wood Mackenzie, que ha sido publicado en la Conferencia de Productores de Energía de Australia, destaca que, aunque el país cuenta con un potencial de energía renovable de primer orden y abundante terreno, está teniendo dificultades para convertir esas ventajas en una producción de hidrógeno competitiva.

Los altos costes socavan la ventaja competitiva de Australia

“La proximidad estratégica de Australia a los centros de demanda asiáticos es una clara ventaja”, afirma Joshua Ngu, vicepresidente para Asia-Pacífico de Wood Mackenzie. «Pero esto se ve compensado por un coste nivelado del hidrógeno (LCOH) significativamente más alto, impulsado por los elevados costes de ingeniería, adquisición y construcción (EPC) y de energía. Esto deja a Australia a la zaga de los líderes mundiales en hidrógeno, como Europa y Oriente Medio”.

Australia Occidental podría convertirse en un centro de hidrógeno renovable para la demanda europea
A corto plazo, el amoníaco es la opción más adecuada, con importantes ahorros previstos en el futuro.

A nivel mundial, solo 6 millones de toneladas anuales (Mtpa) de capacidad de hidrógeno bajo en carbono están operativas o en construcción. De ellas, Australia contribuye con menos del 5%. Incluso proyectos nacionales emblemáticos como el PEM50 de Fortescue y el proyecto Yuri Green Ammonia tienen capacidades inferiores a 10.000 toneladas anuales (ktpa).

Las recientes cancelaciones incluyen el estudio sobre hidrógeno renovable de Grange Resource y Nyrstar Port Pyrie. Estas cancelaciones, que en su día se consideraron hitos clave para consolidar a Australia como líder mundial en hidrógeno, han suscitado preocupación sobre el futuro del sector.

Cinco vías para cerrar la brecha de competitividad

El informe de Wood Mackenzie describe cinco áreas clave en las que las intervenciones políticas y de mercado podrían ayudar a reposicionar a Australia como líder mundial en hidrógeno:

1 Estimular la demanda interna

El informe analiza la falta de demanda interna para pagar los mayores costes del hidrógeno verde como el principal obstáculo para ampliar la producción de hidrógeno. El hidrógeno ofrece un potencial significativo para descarbonizar sectores difíciles de reducir, como la siderurgia, el transporte de larga distancia y la generación de energía.

“Con los costes actuales, la producción de hidrógeno en Australia no es económicamente viable sin el apoyo de las políticas”, afirma Ngu. “Por ejemplo, el coste de desplazamiento del hidrógeno en la generación de energía es de entre 0,80 y 1,00 dólares estadounidenses por kg, mientras que el LCOH de Australia supera los 10 dólares por kg”.

El informe sugiere que Australia podría inspirarse en líderes del mercado del hidrógeno como Alemania, Japón y Corea del Sur, que han introducido contratos por diferencia para estimular la demanda interna.

Coste de las exportaciones de hidrógeno verde australiano frente a otros exportadores que llegan a Japón

2 Mejorar los incentivos a la producción de hidrógeno

El análisis de Wood Mackenzie indica que Australia debe ofrecer incentivos más fuertes para estimular la producción nacional de hidrógeno. Aunque el Gobierno ha introducido programas como el Incentivo Fiscal a la Producción de Hidrógeno (HPTI) y el Programa Hydrogen Headstart, estas iniciativas deben ampliarse para competir con las ofertas internacionales.

CIP obtiene financiación para un electrolizador de 1,5 GW en Australia
El proyecto de hidrógeno verde de Murchison de 1,5 GW, alimentado por energía solar y eólica, producirá amoníaco verde para la exportación.

“Estados Unidos ofrece hasta 3 dólares por kilo a través de su Crédito Fiscal para la Producción de Hidrógeno”, señaló Ngu. “Mientras tanto, los incentivos actuales de Australia rondan los 2 dólares australianos por kilo, o aproximadamente 1,30 dólares estadounidenses por kilo. Además, los umbrales de intensidad de carbono de Australia son relativamente altos, lo que dificulta que los proyectos puedan optar a estas subvenciones”.

3 Apoyo al hidrógeno azul como vía de transición

El informe destaca el potencial del hidrógeno azul para Australia, producido a partir de gas natural con captura y almacenamiento de carbono (CCS), para ayudar a salvar la brecha hacia el hidrógeno verde.

“Con sus vastas reservas de gas en Australia Occidental, Australia está bien posicionada para producir hidrógeno azul a nivel nacional”, afirmó Ngu. “Este enfoque también podría acelerar el desarrollo de la infraestructura de CCS, esencial para la descarbonización a largo plazo y los beneficios económicos”.

4 Alineación con las normas de certificación mundiales

Dado que Australia aspira a convertirse en un actor importante en el mercado mundial del hidrógeno, el informe destaca la importancia de armonizar sus normas sobre el hidrógeno con los marcos internacionales. Esto incluye la normalización de las normas de seguridad, las normas de calidad y pureza del combustible y las normas comerciales.

Las normas australianas sobre el hidrógeno exigen actualmente un umbral de intensidad de carbono de 0,6 kg CO₂e/kg H₂, considerablemente inferior al umbral de 3,4 de Japón o al de 3,38 de Europa.

“La armonización de las normas con los principales socios comerciales liberaría el potencial de exportación», explicó Ngu. «La alineación con programas internacionales como el Programa de Certificación de Hidrógeno Verde de Japón mejoraría la capacidad de Australia para competir en los mercados de exportación”.

5 Fortalecimiento de la colaboración con socios globales

El análisis de Wood Mackenzie destaca la importancia de la colaboración entre gobiernos, desarrolladores y socios internacionales para el crecimiento de la industria del hidrógeno en Australia. El éxito a largo plazo dependerá de la creación de vínculos más sólidos con compradores y gobiernos extranjeros para garantizar acuerdos de compra y inversiones rentables.

“«El hidrógeno es un producto básico que se comercializa a nivel mundial, y Australia debe actuar con rapidez para consolidarse como un proveedor fiable”», afirmó Ngu.

Sin una acción urgente y coordinada para acelerar la demanda y la oferta, Wood Mackenzie advierte que Australia corre el riesgo de desperdiciar su ventaja como pionera. La economía mundial del hidrógeno está evolucionando rápidamente, y los países que no logren mantener el ritmo de las inversiones y el impulso político podrían quedarse atrás.

“A menos que Australia intensifique ahora el apoyo político y el desarrollo del mercado, podría quedarse fuera de la próxima ola de transformación industrial”, añadió Ngu.

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Un comentario

  • Víctor

    Víctor

    31/05/2025

    ¿Qué tiene que ver el gŕafico de proyectos de energía geotérmica con el hidrógeno?

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