La eólica marina flotante no acaba de salir a flote. Le está costando más de lo que se pensaba. Tanto que algunos proyectos se han cansado y han dicho que hasta aquí hemos llegado.
El último ha sido el caso de Bluefloat, la empresa española que más había apostado por la eólica marina flotante, que se ha cansado de esperar y su propietaria, el fondo Quantum, ha decidido poner a la venta distintos proyectos que tiene por el mundo, entre ellos los de España, según ha adelantado el diario El Economista.
Pero antes de esta decisión de Quantum no se han llevado a cabo otras alianzas como el caso de Orsted, que se quitó de en medio el mercado español cuando tenía alianzas con Repsol o Acciona para apostar por este negocio.
Otro fracaso fue el de la noruega Equinor, que decidió en el verano pasado decir adiós a su alianza con Naturgy para sacar adelante un parque eólico marino flotante en Canarias.
Otra alianza que no llegó a buen puerto fue la de la escocesa SSE con Acciona. Su 'joint venture' se hundió antes de lo previsto.
Costes altísimos
Todo esto han sido señales para que, de momento, el mercado español de eólica marina (en España siempre ha sido flotante porque la costa no da para fija) no se desarrolle como se suponía que podía desarrollarse.
Las cuentas no salen. Los costes siguen siendo muy altos. La eólica marina flotante se ha desarrollado muy poco por todo el mundo y no ha conseguido reducir los costes para que los países puedan desarrollar esta tecnología a unos precios competitivos. En el caso de España los costes se sitúan en los 175 €/MWh.
Al final, la energía solar impide que estos proyectos salgan adelante. Las primas que tendrían que recibir este tipo de proyectos serían tan altas que a los gobiernos de turno no les merece la pena encarecer su factura energética. Prefieren otras tecnologías más baratas.
La no subasta
Y eso es lo que le pasa a España. El Gobierno lleva años mareando la perdiz con la eólica marina flotante. Pero no se atreve a sacar adelante una subasta aunque sea en Canarias, donde tiene más sentido que se desarrollen estos proyectos.
El sector va poco a poco cansándose. Ahora es Bluefloat, que tiene en España distintos proyectos en Canarias, Galicia, Cataluña o Andalucía. Es el principal 'player' del sector y su salida enciende las alarmas.
Su alianza con Sener y Plenitude está en el aire. Están viendo la posibilidad de quedarse ellos con los proyectos y aguantar un poco más a no ser que al Gobierno español le de finalmente por sacar adelante la subasta.
El caso es que la eólica marina no sale adelante. En España y prácticamente en ningún lado. Ya tiene problemas la eólica marina como para que salgan las cuentas a la flotante.
La salida del CEO
La empresa deñ fondo Quantum lleva una racha complicada. Ya contamos cómo se fue su CEO de la empresa, en una salida extrañísima de la que no se han conocido las causas, pero viendo ahora su efecto, uno se puede hacer la idea. El caso es que Martín Rivals se fue a una contrincante china, Dajin, y se llevó consigo a medio equipo directivo de Bluefloat.
Ayer intentamos por tierra, mar y aire dar con alguien de la compañía y fue imposible. Ya no trabaja nadie en Comunicación ni tienen cuenta en su antigua agencia. El barco se hunde y la única manera de salvarlo un poco es con la venta.
Ya saben el resto, pongan su barba a remojar, por si las moscas.
Piloto
17/07/2025