El presidente de Endesa, Borja Prado, abandonará la eléctrica el próximo mes de abril tras no alcanzar un acuerdo con la italiana Enel para su renovación. Según adelantaron este lunes por la noche los diarios El Confidencial y Eldiario.es, Prado saldrá de Endesa el próximo mes de abril cuando se celebre la Junta General de Accionistas de la compañía.
Era algo que sobrevolaba en los mentideros del sector desde hace semanas o incluso meses. Peligraba la continuidad de Prado al frente de Endesa. Pero ya es un hecho. La italiana Enel, propietaria del 70% del capital de Endesa, ha decidido no renovar a Borja Prado tras 10 años como presidente de la eléctrica.
Todo apunta a que el actual consejero delegado, José Bogas, tome los mandos de la compañía y sea el próximo presidente ejecutivo de Endesa, al igual que sucede en las otras dos grandes eléctricas del sector español en las que hay una sola figura, Ignacio Galán (Iberdrola) y Francisco Reynés (Naturgy).
Según cuenta El Confidencial, Prado se irá con un pan debajo del brazo. Ha pactado con Enel un finiquito más indemnización valorados en 13 millones de euros. Por su parte, eldiario.es, apunta al expresidente de la CEOE, Joan rosell, como futuro presidente de Endesa sin funciones ejecutivas que se mantienen en la figura de Bogas.
Francesco Starace ha dicho basta. El consejero delegado de la italiana Enel dejó de confiar en el que ha sido su hombre en España hace ya unos cuantos meses. Pero han guardado en secreto el relevo hasta ahora cuando han alcanzado el acuerdo entre ambos.
Prado llegó a Endesa de la mano de Enel y Acciona cuando se hicieron con la compañía hace ahora 12 años. Pero no estaba por entonces Starace. Fulvio Conti fue quien le aupó a la presidencia de Endesa, con Rafael Miranda de segundo de a bordo. Al poco Enel colocó a Andrea Brentan como consejero delegado de la compañía y tomar el control de la empresa tras hacerse con el 25% con el que se quedó Acciona en la gran OPA por Endesa.
Las relaciones eran fluidas, pero el Estado italiano decidió cargarse a Conti de Enel y puso a Starace para tratar de encauzar la penosa situación financiera de la compañía italiana, endeudada como pocas compañías. De esta manera, Starace asestó un duro golpe a los intereses de Endesa. Le quitó todos sus activos latinoamericanos. Pagó una suculenta cantidad de dinero que luego fue a caer a sus propias manos en forma de dividendos, por lo que prácticamente se hizo con todos los activos latinoamericanos por muy poco dinero, 650 millones, ya que poseía en ese momento el 92% de la eléctrica española.
Esa operación no fue del gusto de Prado. La relación comenzó a debilitarse. Brentan, en medio de todo, acordó con Enel irse y la italiana confió en Bogas, un hombre de la casa, para dirigir la compañía.
Ahora tras 10 años, Prado ya no será la cabeza visible de la compañía. Ahora, busca algún hueco que pueda quedar libre dentro del Ibex35. ¿Bankia?
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