La guerra de Rusia en Ucrania pesará sobre la demanda de energía a largo plazo y acelerará el cambio mundial hacia las energías renovables y la energía con bajas emisiones de carbono, a medida que los países aumenten el suministro de energía nacional, según el informe 2023 Energy Outlook de BP.
En el informe BP vaticina que la guerra de Ucrania ralentizará la actividad económica mundial en 2035 en alrededor de un 3% en comparación con la previsión del año pasado debido al aumento de los precios de los alimentos y la energía, así como la reducción de la actividad comercial.
BP rebajó su previsión de demanda de petróleo y gas para 2035 en un 5% y un 6%, respectivamente, según su escenario central de previsiones que se basa en los actuales planes de transición energética de los gobiernos. Los cambios se centran sobre todo en Europa y Asia, que dependen en gran medida de las importaciones de energía, dijo BP.
Tres escenarios
El Energy Outlook de bp de este año explora las principales tendencias e incertidumbres que rodean a la transición energética hasta 2050. Los tres escenarios considerados (Net Zero, Accelerated, y New Momentum) se han actualizado para tener en cuenta dos acontecimientos importantes ocurridos el año pasado: la guerra entre Rusia y Ucrania y la aprobación de la la ley de reducción de la inflación en Estados Unidos.
En sus tres escenarios, la demanda mundial de energía alcanza su punto máximo entre finales de la década de 2020 y 2035, según BP, cuyo consejero delegado, Bernard Looney, tiene como objetivo hacer crecer rápidamente el negocio de energías renovables de la empresa y reducir drásticamente la producción de petróleo y gas para 2030.
Pero las rutas del comercio energético mundial cambiaron drásticamente tras la guerra, sobre todo después de que Moscú interrumpiera la mayor parte de sus exportaciones de gas natural a la vecina Europa y ésta prohibiera las importaciones de petróleo ruso.
Al mismo tiempo, la subida de los precios mundiales de la energía el año pasado llevó a los gobiernos a acelerar la producción nacional de energía, incluida la nuclear, las energías renovables, la hidroeléctrica y el carbón.
En conjunto, BP espera que el consumo de energía primaria en 2035 sea un 2% menor que en las perspectivas del año pasado. La mitad de este descenso se deberá al aumento de la eficiencia energética y la otra mitad a la menor actividad económica.
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