Política energética

Bruselas activa el 'plan b' para descarbonizar la industria y apuesta por la captura y almacenamiento de carbono

Las inversiones de la industria para cumplir con los objetivos de la Ley de Industria Net Zero (NZIA) se estiman en aproximadamente 3.000 millones de euros

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Bruselas ha asumido el compromiso de alcanzar la neutralidad climática en toda la economía para el año 2050, con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C. Para cumplir con esta meta, ha implementado un 'plan b', centrando sus esfuerzos en la descarbonización de la industria, un sector crucial en la emisión de gases de efecto invernadero.

Con firmeza hacia la consecución de la neutralidad climática en su economía, la Unión Europea (UE) está tomando medidas decisivas para reducir las emisiones en al menos un 55% para 2030 y perfilando la ambición de los Veintisiete para 2040. En este contexto, se consideran esenciales las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono.

La Comisión Europea lanzará en febrero la Alianza de los SMR y la incluirá en sus objetivos a 2040
El próximo día 6 la Comisión Europea dará a conicer también los objetivos de descarbonización a 2040 así como la comunicación sobre las absorciones de carbono.

Así, la Comisión ha elaborado un documento, aún en fase de ajustes y validaciones políticas, titulado "Hacia una gestión ambiciosa del carbono industrial en la UE". Este documento, al que ha tenido acceso El Periódico de la Energía, se espera que forme parte de un paquete de textos que se presentará oficialmente en Estrasburgo el 6 de febrero, destacando la comunicación de la Comisión sobre el objetivo climático de la UE para 2040.

Reducción de Emisiones

La última reforma del Reglamento sobre Emisiones de la UE (RCDE UE) establece la reducción acelerada de las emisiones industriales para alcanzar el objetivo de 2030. No obstante, para lograr la neutralidad climática en toda la economía para 2050, será necesario eliminar emisiones de carbono que contrarresten las emisiones residuales de sectores en los que son difíciles de reducir, como el del cemento o el químico. La cantidad exacta de estas emisiones residuales dependerá de avances tecnológicos, circularidad y eficiencia de recursos alcanzados, así como la implementación de procesos alternativos y de sustitución de materiales.

Según la "Comunicación 2040", la UE se prepara para capturar al menos 50 millones de toneladas de CO2 anuales para 2030, aumentando hasta llegar a los 450 millones para 2050. Además, se espera que concretamente el sector energético capture más de 100 millones de toneladas de CO2 fósil y biogénico en 2050, contribuyendo a la estabilidad del sector eléctrico.

Esta transición hacia la neutralidad climática exigirá un enfoque integral que aborde la captura, eliminación y utilización de CO2, así como su transporte. La gestión industrial del carbono (ICM) se presenta como una solución clave para abordar las emisiones residuales de la industria, cubriendo la captura de CO2 de diversas fuentes y su posterior almacenamiento permanente o uso en procesos industriales.

De acuerdo con el borrador consultado, la UE pretende establecer tres vías para la gestión industrial del carbono en las próximas décadas: la captura de carbono para almacenamiento (CAC), la eliminación de carbono y la captura de carbono para utilización (CCU). Estas vías buscan abordar de manera integral las emisiones industriales residuales, permitiendo la transición hacia una economía climáticamente neutra en 2050.

Además, la Comisión también tratará de establecer la posibilidad de no otorgar derechos de emisión a gases de efecto invernadero considerados capturados y utilizados de forma permanente. Estas medidas buscan equilibrar la competitividad entre las eliminaciones industriales de carbono (CCU) y las soluciones de captura y almacenamiento (CCS), ofreciendo opciones a las industrias difíciles de reducir.

Las normas del RCDE también abordan el uso de combustibles renovables y de carbono reciclado, exentándolos de derechos de emisión, siempre que cumplan con los criterios mínimos establecidos por la Directiva sobre energías renovables.

Infraestructuras

Para establecer un mercado único europeo para la gestión del carbono industrial, se requerirá un enfoque coordinado y ambicioso a nivel nacional, así como una planificación estratégica de infraestructuras. La Comisión prevé un despliegue gradual de las cadenas de valor del carbono en Europa, con el objetivo estratégico de garantizar una capacidad de almacenamiento de al menos 50 millones de toneladas de CO2 al año para 2030, respaldada por una infraestructura de transporte adecuada.

A medida que avance hacia 2040, se espera que las cadenas de valor regionales del carbono se vuelvan económicamente viables, dependiendo de una infraestructura de transporte y almacenamiento a escala de la UE. Esta visión incluye la captura progresiva de CO2 biogénico y atmosférico, con el objetivo de equiparar su captura con la de CO2 fósil y eventualmente superarla.

La captura y almacenamiento de carbono no solo implica la captura del CO2, sino también su almacenamiento permanente. Para lograr esto, la Comisión iniciará el trabajo para establecer un atlas de inversiones a nivel de la UE sobre posibles sitios de almacenamiento de CO2. Este atlas incluirá un inventario digital de las instalaciones de almacenamiento subterráneo de CO2, clasificados según su "nivel de preparación para el almacenamiento".

Además, la UE explorará la posibilidad de establecer una plataforma de agregación de CO2 que facilite a las empresas de captura de CO2 adquirir servicios de la cadena de valor de CO2 y equilibrar la oferta y la demanda. Esta plataforma se centrará en optimizar la eficiencia y los costos de la cadena de valor del carbono, facilitando la colaboración entre las partes interesadas y fomentando la innovación en este campo crítico.

Desafíos

Sin embargo, la implementación exitosa de esta estrategia enfrentará desafíos significativos. La necesidad de incentivos económicos para identificar y construir más capacidad de almacenamiento será crucial. Además, será esencial establecer una regulación adecuada que abarque toda la cadena de valor de la gestión del carbono industrial, evitando posibles brechas legales que puedan obstaculizar el progreso hacia la neutralidad climática.

Para lograr estos ambiciosos objetivos, será necesario realizar inversiones sustanciales. Las inversiones de la industria para cumplir con los objetivos de la Ley de Industria Net Zero (NZIA) se estiman en aproximadamente 3.000 millones de euros, mientras que el costo de inversión en infraestructuras asociadas con la NZIA se estima en alrededor de 10.000 millones de euros.

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Un comentario

  • Antonio Azpurua

    24/01/2024

    Se alinea con la pioridad de las grandes empresas productoras

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