Bruselas se encuentra en pleno proceso de preparación para lo que se anticipa como un crudo invierno caracterizado por una demanda energética elevada y desafíos en los diferentes mercados, y planea mantener varias medidas anticrisis en el mercado de gas.
En un informe publicado en el día de ayer, la Comisión Europea revisa el funcionamiento del llamado "Reglamento de Solidaridad", adoptado el pasado diciembre, como parte del marco de emergencia por la crisis causada a raíz de la guerra en Ucrania.
De esta manera, la Comisión considera los diferentes aspectos del Reglamento, en particular las medidas para la compra conjunta de gas, para limitar los precios excesivos del gas y la volatilidad del mercado, así como las medidas para hacer frente de manera coordinada a una posible emergencia en el suministro de gas y concluye que estas medidas han desempeñado un papel importante a la hora de estabilizar los mercados energéticos y garantizar un suministro adecuado de gas a la UE durante el pasado año, y que podría considerarse la integración de determinados aspectos del mecanismo de agregación de la demanda y compra conjunta (de forma más estructurada) en el Reglamento del gas de la UE, actualmente en proceso de revisión.
Mercado del GNL
Según el documento, las disposiciones para aumentar la transparencia también contribuyeron significativamente a optimizar el uso del GNL y las capacidades de almacenamiento en la UE. En particular, la evaluación de los precios del GNL y las referencias diarias publicadas por la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) "han supuesto un valor añadido para las empresas del mercado" señalan.
Así, la introducción estructural de esta medida está prevista en la nueva legislación REMIT (Regulation on Wholesale Energy Market Integrity and Transparency) que negocian actualmente los colegisladores como parte de la reforma del diseño del mercado de la electricidad.
Por último, el informe recomienda realizar algunos ajustes para reflejar la especificidad del mercado del GNL, dado que éste se ha convertido ahora en la principal fuente de suministro de gas de la UE.
Papel de España
España tiene una gran oportunidad ante sí, debido a su potencial para el desarrollo de energías renovables. Pero es que además, a corto plazo, es un país que puede ayudar a paliar la crisis energética, principalmente por tener garantizado su suministro y por ser el país europeo líder en plantas regasificadoras en caso de que fuese necesario enviar GNL de urgencia a la Unión.
Pero la solución a la dependencia rusa tiene que ser un plan a largo plazo. Es aquí donde España, si juega bien sus cartas, puede ser clave como receptor de GNL y canalizador del gas africano, entre otros factores.
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