Ningún comentario La nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la española Nadia Calviño, que asumió las riendas de la entidad a comienzos de año, ha mostrado su disposición para financiar nuevos proyectos nucleares, aumentar las inversiones en defensa y asumir más riesgos como parte de un giro en la estrategia del mayor prestamista multilateral del mundo, según señala el diario Financial Times.
En este sentido, el periódico de referencia en la City destaca el contraste entre la postura de la ex ministra de Economía española respecto de su predecesor, el alemán Werner Hoyer, quien había alejado a la entidad, que tiene un balance de más de 500.000 millones de euros, de inversiones en nuevas plantas nucleares y era notoriamente reacio al riesgo.
De este modo, si bien el BEI no tiene prohibido invertir en energía atómica, ha rechazado nuevos proyectos de generación nuclear desde 1987, en parte debido a la oposición a esta forma de energía por parte de países como Alemania.
La postura del BEI con la nuclear
En una entrevista con el periódico, Calviño defiende que Europa "necesita estar activa porque no puede quedarse atrás" en lo que respecta a los "reactores modulares", que todavía se encuentran en una etapa de investigación y desarrollo en el bloque y que sólo está operativa en China y Rusia, aunque varios países, incluidos Francia, el Reino Unido y Estados Unidos, están tratando de implementarla también.
"Cada proyecto se evalúa por sus propios méritos, en función de la viabilidad económica y financiera, la viabilidad ambiental y la viabilidad técnica", afirma Calviño.
Según funcionarios de la UE y del banco, Francia exigió inversiones en energía nuclear y defensa a cambio de su respaldo a Calviño al frente del BEI, señala el rotativo, que recoge la satisfacción del Ministerio de Finanzas de Francia respecto de la posición del BEI "que reconoce la relevancia del sector [de los pequeños reactores modulares]".
En materia de defensa, la política de préstamos permite al BEI invertir en los denominados artículos de doble uso, como drones con aplicaciones tanto militares como civiles, pero excluye armas, municiones e infraestructura militar, aunque algunos países, incluidos Francia y Finlandia, están presionando para cambiar este mandato para incluir armas, a lo que se oponen países como Austria e Irlanda o Alemania, que argumentaron que la financiación de defensa podría ampliarse dentro del marco existente.
A este respecto, Calviño prometió a los ministros de Finanzas del bloque informar en dos meses sobre "el alcance y la definición de tecnologías y equipos de doble uso", dijo.
"Está claro que necesitamos reforzar la industria europea de seguridad y defensa (...) Estamos muy activos, estamos dispuestos a hacer más y mejor", afirma Calviño.
El año pasado, el banco aumentó su financiación plurianual para inversiones en defensa de 6.000 millones de euros a 8.000 millones de euros hasta 2027.
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