CCOO de Industria lamenta que la primera empresa eléctrica de España, la que fue considerada como la joya de la corona, Endesa, se convierta, tras la controvertida privatización ejecutada por el Partido Popular, en una simple filial de la empresa pública italiana Enel. Si nada lo remedia, el Consejo de Administración de Endesa autorizará este miércoles la venta de sus activos en Latinoamérica a Enel, una operación que reducirá significativamente la capacidad de negocio y los futuros beneficios de una compañía que se queda sin perspectivas para sobrevivir en el mercado energético actual.
El sindicato observa con preocupación el progresivo deterioro que está sufriendo el sector eléctrico español. A la venta de E.ON España a la empresa pública alemana, le siguió la decisión de dejar en manos de empresas chinas el control de EDP-HC y la desinversión del Estado español en Iberdrola. El despiece de Endesa refuerza el convencimiento de este sindicato de que solo la recuperación de la intervención pública en todos los ámbitos de este sector estratégico asegurará el acceso de la ciudadanía y de las empresas a una energía sostenible.
El Gobierno italiano será quién, en última estancia, decida en Endesa y lo hará de manera torticera. Los 8.253 millones de euros que le costará tomar el control de sus activos en Latinoamérica, volverá a recuperarlos a través de un dividendo extraordinario que abonará a los accionistas (Enel tiene el 92% de las acciones). Una “inteligente” operación que, en opinión de CCOO, le permitirá quedarse con el producto y con el precio pagado.
La reorganización de Endesa conlleva que las decisiones de la eléctrica, y de cada uno de sus negocios, se tomen en Roma por parte de la dirección italiana. Una decisión que, muy probablemente, afectará a la plantilla y provocará efectos negativos sobre las empresas proveedoras y sobre los clientes, según advierte CCOO de Industria.
La reducción de empleo ha sido continua en Endesa desde el proceso de privatización pero, con el traslado de los centros de decisión y de las actividades trasversales a Italia, los efectos sobre la plantilla podrían acrecentarse, principalmente en las áreas centrales y de estructura. CCOO recuerda que también se prevén serias repercusiones en el negocio inducido que genera una empresa como esta, puesto que ya abundan las actividades productivas y de servicios que se han reconducido a empresas italianas.
Para CCOO de Industria, esta pérdida de poder en un sector tan estratégico significa la casi desaparición de la capacidad de actuación y negociación del Estado con Endesa, para anteponer el bien social sobre los beneficios. Este sindicato lamenta que, tras los últimos acontecimientos y un proceso de privatización desastroso, el margen de maniobra desaparezca y se provoque una pérdida irreparable para la sociedad española, que sea inevitable.
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