Cepsa ha invertido cinco millones de euros en su terminal marítimo de Torre Arenillas, en el Parque Energético de La Rábida ubicado en el Puerto de Huelva, para, a través ingeniería del frío para conseguir mejorar su seguridad y hacerlo más sostenible.
La nueva obra de ingeniería ha consistido en la instalación de una pareja de torres instaladas en una estructura que también soporta la unidad de almacenamiento de nitrógeno líquido y el resto de equipos que se precisan para alcanzar el objetivo final, un sistema de carga de barcos sostenible, ha informado la compañía en un comunicado.
El sistema está rematado por un material aislante que impide que la radiación solar y la temperatura ambiente calienten el nitrógeno líquido, que circula por el interior de la instalación a temperaturas por debajo de los ciento cincuenta grados bajo cero.
El parque de Cepsa
El corazón del sistema es la unidad criogénica, donde se pone en contacto el nitrógeno con los gases generados durante la carga de los buques**;** en esta unidad van condensando por fases los compuestos volátiles.
Todas las fracciones condensadas progresivamente son recogidas en un tanque e impulsadas a las instalaciones de almacenamiento del Parque energético de Cepsa para su aprovechamiento como materia prima para el proceso productivo.
Los compuestos orgánicos volátiles que recupera esta unidad son hidrocarburos extremadamente ligeros con lo que, al devolverlos al proceso, se reduce de forma drástica su emisión, lo que supone un avance medioambiental en el terminal marítimo.
Jorge Acitores, director del Parque Energético La Rábida, ha comentado que “se ha realizado un profundo estudio técnico-económico sobre las tecnologías disponibles para elegir la opción más adecuada. Seleccionamos este sistema por su seguridad, al no usar calor, y su elevada eficiencia, que nos permite alcanzar la recuperación casi total.”
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