En la actualidad es de sobra conocido que los fabricantes han ido derribando barreas en lo relativo al vehículo eléctrico. Además de proponer modelos más atractivos estéticamente están tratando de poner todos los medios a su alcance para que el precio baje, al tiempo que las autonomías homologadas suban y los tiempos de carga se reduzcan. Sin embargo, la red de carga sigue siendo una de las asignaturas pendientes, al menos en nuestro país que se sitúa a la cola de los principales territorios de la Unión Europea en instalación de puntos de recarga.
Pues bien, para la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) el despliegue de una red de puntos de recarga mallada y de calidad es fundamental para facilitar la transición al vehículo eléctrico, por lo que la competencia es un estímulo para la velocidad de despliegue y la extensión de la red. Así lo ha pretende dar a conocer en su último estudio sobre la actividad de recarga de vehículos eléctricos con el fin de analizar cómo impulsar su desarrollo a través de los mecanismos de competencia.
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