Todo es según el color del cristal con el que se mira. Una frase popular pero viene perfectamente a ilustrar lo que te vamos a contar. Y es que si hace algo más de un mes te trajimos un estudio en el que se aseguraba que reparar un coche eléctrico podría llegar a ser más caro que uno de combustión, ahora los datos recopilados por Mitchell, una empresa de software para talleres de reparación, acaba de desvelar uno propio en el que confirma que el coste en la reparación de un coche de combustión y de uno eléctrico es muy parecida… a no ser que seas propietario de un Tesla.
Cierto es que los coches de ahora nada tiene que ver con los de hace 15 años y, ni mucho menos con los de los 90. Antes de que la digitalización llegase, un coche podía ser considerado como un volante con cuatro ruedas en el que incluso resultaba sencillo que uno mismo se lo reparase a poco que fuese un manitas. Pero ahora son auténticos ordenadores rodantes, repletos de cables, sensores y entresijos que resultan complicados de ‘meter mano’, más en el caso de los eléctricos, que suman además el componente de seguridad relativo a la batería y a los cables de alta tensión.
galan
23/10/2023