La conferencia de servicios italiana, encargada de los permisos de la actividad estatal, concedió este jueves la autorización ambiental para instalar un buque regasificador en la localidad de Piombino, en la costa de la Toscana, una infraestructura a la que se opone el Ayuntamiento de la localidad.
La polémica instalación forma parte de la estrategia de Italia para acabar con la dependencia energética de Rusia, aunque la localidad más próxima a la nueva instalación lleva meses rechazando el proyecto y presentó un recurso ante el Tribunal Administrativo con el fin de frenar su construcción, que fue denegado el mes pasado.
El regasificador de Piombino, administrado por la energética estatal Snam, aportará "hasta 2.000 millones de metros cúbicos en verano y otros tantos más en el próximo invierno", indicó hoy el consejero delegado de la compañía, Stefano Venier, en declaraciones recogidas por los medios de comunicación.
El buque regasificador
Su instalación fue ideada por el anterior Ejecutivo de Mario Draghi, pero su sucesora, Giorgia Meloni, no ha dado señales de querer detenerla y además cuenta con el apoyo del Gobierno regional de la Toscana (centro), a pesar de que el alcalde de Piombino pertenece al mismo partido que la primera ministra, el ultraderechista Hermanos de Italia.
El regidor, Francesco Ferrari, considera que la instalación de este buque podría tener consecuencias para la salud pública, así como para los operarios del puerto, por lo que llegó a exigir una verificación de seguridad por parte de la magistratura.
"Nuestros argumentos han sido los mismos desde el principio de este asunto, y aún no hay claridad sobre las numerosas críticas que hemos planteado", explicó el alcalde Francesco Ferrari tras conocer la aprobación ambiental.
Snam, empresa controlada por el Estado, es la propietaria de esta nave, la "Golar Tundra", con una capacidad de almacenaje de unos 170.0000 metros cúbicos de gas natural licuado y una capacidad de regasificación continua de 5.000 millones de metros cúbicos anuales.
El pasado 8 de noviembre, Italia dio el visto bueno a la instalación de otro buque regasificador en la costa del mar Adriático, a escasos kilómetros de la ciudad de Rávena, en el noreste del país, con el mismo objetivo.
Draghi emprendió una serie de medidas para reducir la dependencia energética de Italia, que importaba el 90 % del gas que consumía y, además, el 40 % procedía de territorio ruso, mientras que ahora Argelia, país que visitará Meloni el próximo domingo, se ha convertido en el primer proveedor de gas del país.
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