Gran Bretaña suprime el trato de favor a los coches eléctricos e híbridos enchufables
El Gobierno británico ha ratificado el impuesto por cada milla recorrida con el que pagarán 1,5 y 3 peniques dependiendo de la tecnología a partir de 2028
El Gobierno británico ha confirmado un nuevo impuesto que afectará a los propietarios de vehículos eléctricos y de híbridos enchufables a partir de abril de 2028. Esta medida parte del Presupuesto de Otoño 2025, busca compensar la caída en los ingresos que el Estado obtiene de los impuestos sobre carburantes, dada la creciente adopción de tecnologías limpias de movilidad.
La medida responde a un problema fiscal: la electricidad no está gravada como los combustibles fósiles, lo que ha significado una reducción de ingresos por impuestos a carburantes, que tradicionalmente cubren el mantenimiento de las infraestructuras viales. Con la proliferación de vehículos eléctricos, esta fuente tributaria se ha reducido drásticamente.
¿En qué consiste el nuevo impuesto por milla?
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Denominado electric Vehicle Excise Duty (eVED), este impuesto consiste en un cobro por cada milla recorrida por los vehículos eléctricos y PHEV registrados en Reino Unido. La tarifa prevista es 3 peniques por milla para vehículos eléctricos puros (unos 0,037 euros al cambio actual) y 1,5 peniques por milla para vehículos híbridos enchufables (0,015 euros).
Esto representa para un conductor promedio que recorre 8.000 millas anuales aproximadamente 240 libras al año en el caso de un EV y la mitad para un PHEV, creando un nuevo coste recurrente que antes no existía para estos vehículos. Este pago irá adicional al impuesto anual de circulación que ya deben abonar desde abril de 2025
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR de Office for Budget Responsibility) estima que estos ingresos por los impuestos a combustibles caerán de 24.400 millones de libras en 2024-25 a cerca de 12.000 millones en 2030-31 si no se corrige esta situación. El eVED se presenta como una solución para que todos los conductores contribuyan al financiamiento del sistema vial, pues los vehículos eléctricos también causan desgaste en las carreteras.
¿Cómo se pagará el impuesto?
Se busca ampliar la red de carga. Depositphotos
De acuerdo con los detalles oficiales, el pago se realizará junto con el impuesto anual de circulación (VED). Para facilitar la gestión, los propietarios estimarán el kilometraje anual al renovar el impuesto, que será verificado mediante la lectura del odómetro durante la inspección técnica anual (MOT).
No se implementará un sistema de localización mediante GPS ni telemática obligatoria; será una declaración a partir del contador del vehículo con controles para evitar fraudes. Además, para los primeros tres años habrá inspecciones adicionales gratuitas para asegurar la veracidad de los datos. En caso de discrepancias o manipulación, se aplicarán sanciones.
Incentivos y medidas de acompañamiento
Se aumentarán las ayudas a la compra de eléctricos. Depositphotos
El nuevo impuesto introduce un coste que podría afectar la percepción de ventajoso que tenían los vehículos eléctricos frente a los de gasolina o diésel, aunque la tarifa sigue siendo inferior a los costes fiscales de combustibles fósiles. Se calcula que la medida aportará unos 1.100 millones de libras en el primer año, aumentando hasta casi 1.900 millones en 2030-31.
Expertos y asociaciones alertan que esta medida podría frenar el ritmo de adopción de vehículos eléctricos, en un momento crucial para cumplir los objetivos de descarbonización en Reino Unido, especialmente con la prohibición de venta de coches térmicos a partir de 2030. No obstante, el Gobierno ha complementado esta medida con incentivos y financiación para mitigarlo.
Para equilibrar el impacto del nuevo impuesto, el Ejecutivo ha decidido ampliar el programa de ayudas a la compra de vehículos eléctricos hasta 2030, manteniendo subvenciones de hasta 3.750 libras por vehículo (unos 4.300 €). Además, ha elevado el límite para la aplicación del suplemento de lujo en el impuesto de circulación para EVs de 40.000 a 50.000 libras desde 2026, beneficiando a modelos populares y de precio medio-alto. También hay inversiones adicionales para facilitar la instalación de puntos de recarga, tanto públicos como privados, reforzando la infraestructura clave para la movilidad eléctrica en Reino Unido.
Repercusión en Europa y lecciones para España
Este gesto podría ser incluso más habitual. Depositphotos
Además del eVED, desde abril de 2025 los vehículos eléctricos ya pagan un impuesto anual de 10 libras durante el primer año, y un suplemento de lujo para modelos caros. Londres implementará la tarifa de congestión a EVs desde 2026, aplicando así costes que antes estaban exentos. Para híbridos enchufables que usen esquemas fiscales de empresa, hay un alivio temporal hasta 2030 para suavizar incrementos en cargas relacionadas con emisiones. Estas medidas reflejan el reto del Gobierno para equilibrar la transición energética con la sostenibilidad fiscal y social.
Aunque esta medida es exclusiva de Reino Unido (de momento), podría tiene impacto indirecto en la industria automovilística europea. Reino Unido es un mercado significativo para vehículos eléctricos y la presión fiscal podría influir en precios y ventas a nivel continental. En España, con el Plan Auto 2030 a punto de arrancar, las subvenciones para promover la compra de eléctricos, la experiencia británica es una lección sobre el equilibrio entre la promoción y la sostenibilidad económica a largo plazo en la movilidad eléctrica.
Miguel A. A.
30/11/2025