Conocemos en persona al Mazda CX-60: nueva corriente

En primicia y una semana después de su presentación mundial, Mazda nos ha traído en exclusiva el nuevo CX-60. Con este SUV de 4,75 metros de largo, la firma de Hiroshima abre un nuevo capítulo en su historia. Unos párrafos que se escriben bajo el trazo Premium al que la marca ha ido virando en los últimos tiempos. Con el CX-60, Mazda quiere entrar a formar parte de ese pequeño y selecto club de coches de corte lujoso al tiempo que le reste ventas a modelos tan arraigados como son los Audi Q5, BMW X3 o Mercedes-Benz GLC, sin obviar lógicamente los Volvo XC60 o Jaguar F-PACE.

Un estreno en vivo y en directo que se ha dado dentro del marco del Madrid Design Festival con el objetivo de demostrar que la fabricación de coches es algo más que ensamblar unas piezas. El concepto de alma que está arraigado en la marca les lleva a ofrecer un proceso de diseño a contracorriente del habitual, en el que sus maestros artesanos, Takumi, moldean primeramente en arcilla el vehículo para darle forma.

Alto standing

Un concepto de modelado que unido a los conceptos MA y la técnica de costura Kaicho, han dado forma a un producto tan redondo como representativo. Un vehículo al que ya nos hemos subido descubriendo que todos esos vocablos y palabras trascienden las intenciones y consiguen aglutinarse en un coche aparente, de calidad y con personalidad. Un modelo que se convertirá en el portaestandartes de la eficiencia al ser el primer Mazda de la historia en ofrecer un sistema híbrido enchufable.

Mecánica que no consigue sino ofrecer una mayor pluralidad de sistemas dentro de la estrategia Zoom-Zoom sostenible que engloba un amplio número de tecnologías, desde los híbridos ligeros hasta los eléctricos y al que se unirán durante este año la propia hibridación enchufable o la electricidad con rango extendido, sin dejar de lado los nuevos bloques de seis cilindros y gran cilindrada que también ofrecerán una red de a bordo microhíbrida pero de 48 voltios en lugar de 24 como.

Fuerte electrificación

Una amalgama de electrificación en la que este CX-60 tendrá un peso representativo. No en vano, Mazda estima que el 75% de las ventas de la gama vayan a parar a dichas siglas (una vez que la familia de motores esté completa) siendo del atractivo de aquellos conductores que quieren un ‘todo en uno’ dentro de un modelo. En cuanto al sistema híbrido enchufable, combina un motor de gasolina atmosférico de 2.5 litros que genera 190 CV y 261 Nm de par con otro eléctrico de 100 kW (136 CV) y 250 Nm para generar de manera conjunta 327 CV y 500 Nm. Gracias a la batería de iones de litio de 17,8 kWh de capacidad bruta, el CX-60 puede moverse 63 kilómetros de autonomía eléctrica (68 km en ciclo urbano), consumiendo de media a los 100 km 1,5 litros lo que representa unas emisiones de solo 33 gr/100 km. En cuanto a la batería, se pude recargar en menos de 3 horas si se conecta a una toma de 7,4 kW de potencia, la máxima que admite.

Posteriormente, la gama del CX-60 se completará con motores de cilindradas altas como será la dupla Skyactiv tanto diésel como gasolina con bloques de 3,3 litros y 3,0 litros, respectivamente, a la que se sumará la comentada tecnología de microhibridación de 48 voltios de la que Mazda no ha dado muchos más datos más allá de que cumplirá con la normativa Euro 7. Todas las versiones se combinarán con una caja de cambios automática de 8 relaciones mientras que la tracción total también estará disponible en la gama (será estándar en el phev) pudiendo igualmente escoger opciones con propulsión trasera. Contará con un selector de modos de conducción que ofrecerá igualmente un programa que enfatizará el uso del modo 4x4. La comercialización del CX-60 phev ya se ha iniciado con una venta on-line que estipula un precio de partida de 50.268 euros sin descuentos ni plan MOVES III (con hasta 5.000 euros de rebaja). Las primeras unidades aterrizarán en septiembre para dar posteriormente la bienvenida al motor diésel y ya durante el 2023 al gasolina.