La transición energética es una evolución rápida impulsada por un compromiso colectivo con un futuro sostenible. La tecnología es un habilitador crucial. Desde los biocombustibles hasta la captura, utilización y almacenamiento de hidrógeno y carbono, la innovación es la clave que desbloqueará un mundo con menos carbono.
La segunda edición anual de la Serie de Nuevas Tecnologías de Wood Mackenzie se basa en el conocimiento de su Servicio de Transición Energética para evaluar y calificar casi 200 tecnologías separadas en desarrollo. Wood Mackenzie hizo un seguimiento de su evolución e impacto explorando seis áreas clave:
- Madurez: ¿cuál es la madurez de la solución en este momento, basada en la tecnología más avanzada de la familia?
- Ritmo de cambio: ¿a qué rapidez se está moviendo hacia la madurez y cuánta inversión privada está atrayendo?
- Costo de reducción de carbono: ¿cuál es el costo de carbono requerido para que sea competitivo y desplace tecnologías arraigadas?
- Potencial de participación de compensación de carbono: ¿qué volumen, en términos de participación de mercado, podría desplazar esta tecnología para 2050?
- Políticas de apoyo: ¿existen iniciativas gubernamentales suficientemente sólidas para respaldar la inversión y el crecimiento?
- Dependencia: ¿podría esta tecnología desbloquear la adopción de otras tecnologías o desarrollos?
Las tecnologías seleccionadas por Wood Mackenzie fueron evaluadas por expertos de todos sus equipos globales, basándose en una visión única de la aviación, la bioenergía, CCUS, el almacenamiento de energía, la generación, el borde de la red, los hidrocarburos, el hidrógeno, el transporte marítimo, los metales, las soluciones basadas en la naturaleza, los plásticos, el transporte por carretera y el acero. Cada uno recibió una puntuación agregada.
La electrificación triunfa en la categoría de transporte por carretera
“Los vehículos eléctricos de pasajeros (EV) se han convertido firmemente en la corriente principal: se vendieron dos millones solo en el primer trimestre de 2022. Todos los principales fabricantes de automóviles están haciendo la transición a la electricidad. El crecimiento de las ventas no muestra signos de desaceleración, a pesar de los aumentos en los costos de las baterías que tanto se han discutido”, explica Murray Douglas, director de investigación de gas en Europa de Wood Mackenzie.
En su opinión, las baterías EV de próxima generación abordarán los obstáculos de velocidad de carga, costo y alcance. Los electrolitos sólidos y los ánodos de silicio permitirán un aumento en el rendimiento para 2030, aunque el litio-aire liviano y de alta capacidad sigue siendo una especie de sueño de la industria por ahora.
En el aspecto comercial, el progreso ha sido un poco más lento, limitado por la falta de disponibilidad de modelos y la idoneidad a mayor escala. “Las camionetas de reparto están liderando la carga en la electrificación del transporte de mercancías por carretera, pero mientras que algunos fabricantes de camiones tradicionales, incluidos Volvo y BYD, han puesto en el mercado camiones pesados de uso diurno, algunos participantes más nuevos han tenido problemas para lanzarse”, afirma Douglas.
La energía eólica y solar siguen dominando el panorama de las energías renovables
Según Murray Douglas, no sorprende que la energía eólica y solar lideren la categoría de generación y almacenamiento de energía. Sin embargo, la carrera aún está muy avanzada para ofrecer la generación más competitiva, baja en carbono, gestionable y flexible para permitir la descarbonización total de la energía.
En el caso de la energía solar, la tecnología actual (montada en el suelo con módulos basados en silicio) ha alcanzado tal escala que los recién llegados luchan por aplicaciones de nicho. Las nuevas tecnologías de celdas solares tienen eficiencias de celdas más altas, pero sus costos más altos evitarán que desplacen al titular en el corto plazo.
“Sin embargo, estamos viendo nuevas aplicaciones dirigidas con éxito a nichos de mercado. Por ejemplo, la energía solar flotante (FPV) ha estado haciendo olas durante algún tiempo, particularmente en la región de Asia-Pacífico”, explica Douglas.
Nuclear: los pequeños reactores modulares no son los únicos conceptos que se exploran
La nuclear tiene un innegable problema de imagen. Pero la transición energética no puede basarse únicamente en la energía solar y eólica. Las energías renovables variables deberán estar respaldadas por energía firme, y la energía nuclear podría ser una parte importante del mix energético.
En opinión de Douglas, los reactores modulares pequeños (SMR), distribuidos por la red, serán cada vez más valiosos para los operadores de sistemas de energía a medida que aumente la proporción de electricidad renovable variable. “Su diseño compacto significa que la capacidad se puede adaptar más a los requisitos de un comprador que con un reactor grande. La escala más pequeña también los hace asequibles para más empresas de servicios públicos/IPP, a pesar de un costo relativamente alto por kW en comparación con la mayoría de las tecnologías de energía renovable. Y la simplificación y estandarización del diseño, así como las economías de escala, se pueden realizar a través de la producción modular”, añade.
Pero -concluye- “los SMR no son la única tecnología para observar en el espacio nuclear. Los reactores de IV generación a gran escala se están diseñando teniendo en cuenta medidas de seguridad mejoradas y un desperdicio mínimo, dos de los problemas clave de los modelos anteriores”.
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