Renovables

Cuando dos parques eólicos ponen en peligro el turismo rural de la zona

Ningún comentario

La plataforma de afectados por los parques eólicos que se van a instalar en Sigüenza y el Alto Henares, en la provincia de Guadalajara ha advertido del peligro que conllevan estos proyectos para la economía de estas zonas, ya que puede afectar un patrimonio natural "diverso y único".

Este patrimonio, que ha hecho a Guadalajara referente en el turismo rural de España, puede peligrar por la puesta en marcha de estos proyectos, según considera la recientemente constituida plataforma de Afectados por los Macroproyectos Eólicos de Sigüenza y Alto Henares (AMESAH).

Hace esta advertencia cuando ya se han iniciado los primeros trámites para crear cuatro parques eólicos, en un territorio cercano entre sí, en los que se plantea la instalación de cerca de 150 aerogeneradores sumando un total de 435 MW, equivalente a más del doble de los ahora existentes en Maranchón, el municipio con mayor implantación eólica de la provincia.

Se trata de los parques de La Sierrezuela, que afecta a municipios como Negredo, Viana de Jadraque, Húermeces del Cerro o Baides, con una potencia de 101 MW; el parque de Piedrablanca, en los términos de Sigüenza, Sienes y Miño de Medinaceli (Soria) con una potencia de 148 MW y otros dos parques más pequeños con 88 y 98 MV de potencia, respectivamente, en El Castillar y Los Caveros.

"Es algo que rompe con el modelo de desarrollo llevado hasta ahora en la que se ha impulsado el turismo y prueba de ello es que Sigüenza actualmente es la segunda ciudad en turismo de la región y esto va a acabar con ello", según explica a Efe uno de los miembros de esta plataforma, que ha iniciado sus primeros pasos para visibilizar el importante impacto en la zona cuya economía se basa en el turismo rural y la naturaleza.

Asimismo, ha indicado que el desarrollo turístico se ha realizado en torno a la riqueza natural de este territorio, con el Parque Natural del Barranco del Río Dulce, el Valle del Tajuña o el Valle y Salinas del Salado, todos ellos espacios protegidos y pegadas a los terrenos donde se prevé desarrollar estos parques.

Los miembros de la plataforma entienden que los proyectos ponen en peligro la forma de vida y los empleos de muchos habitantes de la zona, por lo que energía eólica se convertirá en un actor activo que contribuya a la despoblación de la provincia.

A esto se suma, señalan, que no contribuyen al desarrollo comarcal, puesto que los beneficios para las arcas municipales se detraen de la actividad productiva en sectores como el turismo, y afectan negativamente a otros sectores como son la caza, la apicultura o la ganadería.

Los miembros de la plataforma aseguran que no están en contra de las energías renovables, pero entienden que existen alternativas de ubicación donde no se choca con los sectores productivos hacia los que ha sido dirigido este territorio desde hace años.

"No es la primera vez que se instalan parques eólicos en la provincia. En su día se instalaron en Maranchón con la diferencia de que allí existía un consenso social que quería instalarlo pero aquí es diferente", ha señalado el miembro de la plataforma.

Por su parte, la asociación DALMA, dedicada al estudio y la conservación del medio ambiente, ha alertado en un comunicado que la puesta en marcha de estos macroparques eólicos supondría un impacto crítico para la población de rapaces rupícolas y aves esteparias de los espacios Red Natura 2000 declarados como ZEPA del Valle del Salado, Barranco del Río Dulce y Valle del Tajuña en Torrecuadrada.

Entre las especies afectadas estarían un millar de parejas de buitre leonado, que suponen el 71 por ciento de la población de esta ave carroñera en la provincia.

Según DALMA, el impacto ambiental debe evaluarse de manera conjunta, pues los cuatro proyectos de parques eólicos están muy próximos entre sí, y se deben considerar los efectos sinérgicos que provocarían.

A ello se suma que los proyectos "atentan contra la filosofía y objetivos de conservación de la Red Natura 2000", asegura.

Tanto DALMA como la plataforma abogan por un plan eólico regional que incluya la declaración de unas zonas de exclusión de industrias de generación energética de este tipo, para que los valores naturales y el desarrollo sostenible basado en ellos se preserven ante proyectos como el que se plantea en Sigüenza y el Alto Henares.

La plataforma ha creado una petición en change.org, para quien quiera firmar para pedir al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que desestime estos proyectos.

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios

Este sitio web está protegido por reCAPTCHA y la Política de privacidad y Términos de servicio de Google aplican.