Del amor al odio: Tesla pasa a ser una de las firmas más evitadas
Un estudio global revela que el 41% de los compradores de vehículos eléctricos evitan Tesla debido a la polémica imagen pública de Elon Musk y factores políticos
No hay que recordar que Tesla fue pionera en hacer realidad el vehículo eléctrico de masas y, durante años, encabezó el auge de esta industria. Sin embargo, según un estudio realizado por Global EV Alliance, este liderazgo está en entredicho. Más de 26,000 conductores de vehículos eléctricos en 30 países revelaron que el 41% la evita por razones políticas relacionadas con las controversias en torno a Elon Musk, su fundador y rostro más visible.
Este rechazo no es anecdótico. Se evidencia principalmente en mercados clave como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Australia y Noruega, donde casi la mitad de los conductores confiesan evitar la marca. En contraste, en países como India y Hungría, esta cifra es mucho menor, incluso inferior al 10%.
La imagen política frente al rendimiento eléctrico
El presidente de los EEUU, Donald Trump, participa en una conferencia de prensa con Elon Musk.Francis Chung - Pool vía CNP / Zuma Press
¿Por qué? Por las decisiones y posturas públicas de Musk que han polarizado a clientes y potenciales compradores. Desde controversias por sus opiniones políticas hasta acusaciones de conductas cuestionables, su impacto trasciende la marca, afectando directamente las ventas y la imagen de Tesla. Se estima que estas polémicas han hecho perder a Tesla más de un millón de ventas solo en Estados Unidos.
Pero no solo Tesla está siendo juzgada por motivos políticos. El estudio también revela que China es el país de origen que más se evita para comprar sus eléctricos, con un 12% de rechazo global, mientras que un 5% de los encuestados evita vehículos fabricados en EEUU.
Tesla se lanza al mercado de Arabia Saudí en abril tras mejorar las relaciones de Musk y el país árabe.Patrick Pleul/dpa
Estos datos sugieren que la elección de un vehículo eléctrico ya no se basa únicamente en prestaciones técnicas, autonomía o precio. La identidad de marca, la procedencia del vehículo y, especialmente, la percepción que generan los dueños o líderes parecen tener un peso decisivo.
En mercados donde los vehículos chinosdominan los segmentos más económicos, como Italia o Polonia, el rechazo es bajo, pues prima la practicidad y el coste sobre las consideraciones políticas. Pero en países con un mercado EV más maduro y opciones variadas, la postura política y la imagen pública influyen más que nunca.
¿Hay un cambio de paradigma?
Esta nueva realidad deja claro que la venta de vehículos eléctricos está condicionada no solo por factores técnicos, sino también por el contexto sociopolítico. Las marcas deben considerar que el comportamiento y declaraciones de sus figuras públicas impactan directa y rápidamente en la percepción del consumidor.
Para los compradores, es un llamado a reflexionar sobre qué valoran en una marca y cómo las razones políticas y éticas pueden influir en su decisión más allá del rendimiento del coche o su autonomía. Para fabricantes y distribuidores, adaptar la estrategia de comunicación y reforzar la identidad de marca será fundamental para captar y mantener clientes en un mercado cada vez más competitivo.
Tesla como caso emblemático
El CEO de Tesla, Elon Musk y el presidente de EEUU, Donal Trump, junto a un vehículo Tesla.@POTUS
El caso Tesla es especialmente llamativo: el símbolo del cambio hacia la movilidad sostenible está siendo evitado por una parte pesada de compradores debido a la figura de Musk y sus controversias, que van desde afinidades políticas polémicas hasta actitudes que han generado rechazo mediático.
Algunos fanáticos separan el producto del hombre, pero el estudio muestra que para muchos la imagen personal del CEO pesa más, afectando ventas y, por ende, la cuota de mercado de la compañía. Así, Tesla enfrenta el desafío de mantener su liderazgo tecnológico mientras gestiona la reputación pública de su máximo representante.
El futuro de la movilidad eléctrica no solo se escribe con baterías y motores, también con la gestión de la confianza pública. Lo que comenzó como un mercado con criterios principalmente técnicos ha evolucionado hasta un escenario donde la política y la imagen tienen un papel clave. Tesla es el mejor ejemplo de esta nueva realidad, que obliga a la industria a mirar más allá del coche.
DavidB
23/11/2025