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Desde hace varios años ya, el LCOE (Levelized Cost of Electricity) ha sido el indiscutible protagonista para la toma de decisiones del sector renovable, siendo simple de comunicar, bastante cómodo para comparar, además de ser políticamente agradecido. Debido a su aparente sofisticación, ha ido sirviendo como la brújula definitiva de decisiones de inversión.

No obstante, bien entrados en 2025, va siendo hora de darse cuenta de uno de sus grandes fallos: el LCOE no observa el lado de los ingresos, y no todos los MWh valen lo mismo en el mercado. Basta con echar un vistazo al day-ahead para percibir que la utilidad marginal de la producción eléctrica en las horas centrales del día es baja, nula o incluso negativa.

Son esas señales del mercado las que deberían empujarnos a ajustar nuestros modelos, a percibir que cada unidad de energía no tiene valor en sí misma, sino cuando se enfoca a cubrir necesidades del consumidor final. Desgraciadamente, la herramienta del LCOE lo ignora y por ello puede llevar a decisiones equivocadas de inversión, como la de diseñar plantas con el objetivo único de maximizar la cantidad de producción, ignorando el binomio precio x cantidad.

El coste de integración

El LCOE tiene otro inconveniente a su vez, que es el de olvidarse del coste de integración, que recae sobre el consumidor final. La producción intermitente de electricidad conlleva costes de gestión de los picos y valles de producción y demanda, de responder a desvíos, así como de la inversión en flexibilidad para la casación de la oferta y la demanda, como el coste adicional de la infraestructura necesaria para mover esa energía. Este nuevo paradigma nos debería llevar a métricas más sofisticadas y precisas, que capturen el impacto económico real y sobre el sistema en su conjunto.

Dicho de otra manera, el LCOE mide únicamente cuánto cuesta producir, pero no cuánto cuesta que esa producción sea útil ni para el sistema ni para el productor.

Con un análisis más profundo, quizás deberíamos empezar a abrir la mente a diseños de planta alternativos (como la orientación este-oeste, o limitar el sobredimensionamiento de las plantas). Volver a poner el foco en el retorno de la inversión del sistema en general y de la planta en particular, probablemente volviendo a las estructuras fijas en lugar de trackers (una estructura fija, si está bien orientada, puede elevar el precio capturado), minimizando la inversion en capex y desistiendo de la maximización del output que se desperdicia por falta de demanda.

El LCOE no nos dice cuándo, ni dónde, ni cómo invertir. No se trata de maximizar energía, sino de maximizar valor. Sugiero cambiar la pregunta de ¿Cuánto cuesta producir? por ¿Cuánto valor aporta al sistema y al consumidor esa producción?.

Pablo Borrás es Vice President de M&A y financiación estructurada en Lightsource BP en Reino Unido.

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4 comentarios

  • Pedro Lopez

    Pedro Lopez

    25/08/2025

    Me ha parecido super interesante el artículo, se nota que el que lo ha escrito es muy culto y conoce del tema.
  • Toni

    Toni

    26/08/2025

    Bueno, es que el LCOE es solo una parte de la información. Quien tiene que llevar a cabo inversiones ya tiene en cuenta la parte de ingresos.
  • Miguel A. A.

    Miguel A. A.

    28/08/2025

    La referencia para invertir en generación es el llamado "hueco térmico" que llenan centrales de gas y carbón. Es el que da valor económico a la producción eléctrica. A esas plantas térmicas se les ha impuesto una tasa de emisiones de CO2 para dar valor económico a las inversiones renovables.

    El hueco térmico en las horas centrales del día ha ido disminuyendo a medida que entraban nuevas plantas fotovoltaicas y eólicas. Desde hace ya un tiempo, el hueco térmico en España y otros países europeos, en esas horas centrales del día, prácticamente ha desaparecido en primavera y verano, puesto que las centrales de gas ya no entran por mercado, sino por restricciones técnicas. Luego, buscar producir por producir a esas horas centrales ya no tiene sentido.

    Se necesita que las plantas tengan almacenamiento asociando para desplazar la producción a otras horas donde aún haya que sustituir el hueco térmico. Es así de sencillo. Las horas nocturnas y sobretodo, las horas punta aún tienen mucho "hueco térmico".
  • Víctor Peiro

    Víctor Peiro

    05/09/2025

    La idea es buena, pero ahora la pregunta es ¿Cómo se cuantifica? sobre todo a largo plazo, con estimaciones de cual va a ser la evolución de la relación oferta-demanda. Yo no creo que el LCOE se deba usar para tomar decisiones de inversión, si no como siempre la TIR el VAN, etc., lo que pasa es que en esos flujos, tienes que saber que precio vas poniendo y ahí es donde incluyes los precios negativos etc, en base a estimaciones durante los 25-30 años del proyecto, como va a estar el precio conseguido, y eso es lo difícil.

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