Eficiencia  ·  Política energética

El 83% de los instaladores eléctricos aseguran que podrán mantener su situación un máximo de 2 meses antes de cerrar su negocio

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La Federación de Gremios de Instaladores de Cataluña, FEGiCAT, ha realizado una encuesta entre su colectivo con casi 700 respuestas. Entre los resultados más destacados resalta que un 83% del colectivo podrá aguantar un máximo de 2 meses en esta situación. El 51,1% prevé cerrar su negocio en un mes si la situación no cambia. Esta situación podría afectar a un total de 30.000 trabajadores.

Entre los problemas más importantes destaca la falta de liquidez. Sólo un 28% ha podido acceder a las líneas de financiación ofrecidas por el ICO y un insignificante 0,6% a través del ICF.

A los problemas de liquidez, se suma la morosidad. En el último, el 52% de los instaladores ha visto incrementada la morosidad en un 20% aproximadamente, aspecto que ayuda a agravar la situación, ya de por sí crítica, de tesorería de las empresas y autónomos.

A todas estas situaciones se suma la caracterización de la actividad, en parte, como servicio esencial, debiendo atender servicios de emergencia en situaciones precarias del mercado en cuanto a la falta de EPIS y a los precios abusivos a los que deben adquirirlos. En este sentido, el 81,7% de los instaladores está atendiendo servicios de urgencias y han colaborado para montar hospitales improvisados como el de Sabadell, Vic o Badalona, entre otros. ****

Reactivar las obras en los edificios residenciales

La reciente publicación de la Orden SND/385/2020 para activar las obras en edificios residenciales tiene una doble lectura. Dicha Orden ha sido “un pequeño paso hacia adelante en pro de la reactivación económica en un contexto sanitario menos grave que el de hace unas semanas”, comenta el Presidente de FEGiCAT, Jaume Alcaide. Ayudará a reactivar algunas obras sólo en situaciones muy específicas de espacio y de receptividad de las comunidades. “Cabe buscar el equilibro entre economía y sanidad y no es nada fácil, pero no hay que perder de vista la gravísima situación económica a la que se enfrentan nuestras empresas y autónomos y sus consecuencias también pueden ser dramáticas” continúa.

FEGiCAT denuncia que esta modificación implica que la mayor parte de las obras en edificios residenciales no podrán ejecutarse debido a los condicionantes que marca la propia norma. FEGiCAT estima que sólo se activaran aproximadamente un 15% de las obras que actualmente están paradas, lo que implica que la mayor parte de los profesionales continúen sin reactivar su actividad y sigan sin poder facturar. “Ante la situación de precariedad del sector, de continuar así, cerrarán centenares de negocios” explica el Presidente de FEGiCAT, Jaume Alcaide. “No se entiende que los instaladores no puedan ir aún a hogares o comunidades a realizar sus actividades de mantenimiento, reparación o nuevas instalaciones, cuándo repartidores o mensajeros sí que acceden a estas comunidades, especialmente cuando nuestro colectivo está bien protegido con elementos más exigentes y bajo el riesgo de tener un cese de actividad obligado en caso de contagio”.

FEGiCAT ha repartido des del 15 de abril 65.000 unidades de mascarillas FFP2, consideradas Elementos de Protección Individual (las mascarillas sanitarias no tienen la consideración de EPI) y un total de 6.000 litros de gel hidroalcohólico para todos los gremios que forman parte de la Federación y que éstos a su vez repartieron entre sus instaladores.

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