Según el último informe Horizons de Wood Mackenzie, la demanda de electricidad en EEUU ha permanecido prácticamente estancada durante la última década, pero esto está a punto de cambiar, ya que el inminente aumento de la demanda supondrá el mayor reto para las empresas eléctricas en décadas.
Según el informe, “Gridlock: the demand dilemma facing the US power industry”, el crecimiento de la demanda de electricidad en EEUU será de entre el 4% y el 15% hasta 2029, dependiendo de la región, con un floreciente desarrollo de los centros de datos, un resurgimiento de la industria manufacturera estadounidense de alto consumo energético y una mayor electrificación del transporte y la calefacción, que impulsarán un crecimiento de la demanda de electricidad no visto desde la década de 1990.
Las tasas de crecimiento de la demanda de las distintas empresas pueden ser mucho más elevadas, ya que la demanda que se añade a la red no está repartida uniformemente y una gran carga puede tener un impacto significativo en el crecimiento de las distintas empresas.
Todo ello, según Woodmac, supondrá un gran reto para las empresas de servicios públicos que deban adaptarse y proporcionar interconexión y nuevos suministros, así como para las empresas con grandes necesidades de electricidad para sostener el crecimiento.
“En la mayoría de los sectores, un crecimiento de la demanda del 2-3% anual sería fácilmente gestionable y bienvenido”, afirma Chris Seiple, vicepresidente de energía y renovables de Wood Mackenzie. “En el sector eléctrico, sin embargo, la planificación de nuevas infraestructuras lleva de 5 a 10 años, y la industria sólo ahora está empezando a planificar el crecimiento”.
“Además, la mayoría de los comisarios estatales de servicios públicos tienen poca experiencia en la regulación de un entorno de crecimiento. Y a medida que los directivos de las empresas tecnológicas se dan cuenta de que la energía puede ser la mayor limitación para su crecimiento, se sorprenden cuando las empresas que se mueven a la velocidad de la luz se enteran del ritmo al que se mueven las eléctricas, añadió.
Impulsores de la demanda
Los centros de datos y la floreciente industria de la inteligencia artificial se han convertido en los principales impulsores de la actividad, y Wood Mackenzie ha identificado 51 GW de anuncios de nueva capacidad de centros de datos desde enero de 2023. En el informe Horizons, Wood Mackenzie ha considerado un escenario en el que la demanda de electricidad de los centros de datos crece en una estimación media del 15% anual durante los próximos cinco años, lo que supone unos 25 GW de nueva capacidad de centros de datos.
Los centros de datos competirán con el resurgimiento de la industria manufacturera estadounidense, sobre todo en los sectores de las baterías, las obleas y células solares y los semiconductores, que, según las previsiones, añadirán hasta 15.000 MW de demanda de alto factor de carga en los próximos años.
Por último, la mayor electrificación de la economía impulsará la demanda, ya que el uso de vehículos eléctricos seguirá creciendo y los electrolizadores que se conecten a la red podrían añadir otros 7.000 MW de demanda hasta 2030.
Limitaciones de capacidad
Hay muchas limitaciones que afectan a la capacidad del sistema para satisfacer este crecimiento de la demanda, como la retirada de centrales de carbón, la falta de transformadores y disyuntores necesarios para interconectar nuevas centrales y grandes cargas, y la lentitud con la que se completan los estudios de interconexión y se añade capacidad de transmisión a la red. De aquí a 2030, Wood Mackenzie prevé que las adiciones anuales de renovables a escala de servicios públicos pasen de unos 29 GW a 40 GW al año.
“La limitación no es la demanda de renovables, sino la capacidad de conseguir los permisos, la interconexión y la construcción del sistema de transmisión correspondiente”, afirma Seiple. “En igualdad de condiciones, nuestras previsiones de energías renovables permitirían un crecimiento de la demanda de electricidad del 2% anual. Si las renovables sólo son capaces de igualar a duras penas el ritmo de crecimiento de la demanda, significa que no estaremos descarbonizando el sector eléctrico”.
Un nuevo paradigma, con presión al alza sobre el precio
El escaso crecimiento de la demanda en los últimos 15 años en EEUU y cierta oferta nueva de renovables han mantenido bajos los precios mayoristas de la electricidad, pero esto puede cambiar.
“Con el crecimiento de la demanda llega una nueva era”, afirma Seiple. “Los precios de la electricidad se verán presionados al alza. Las valoraciones de los activos fósiles y nucleares aumentan a medida que el mercado asimila este nuevo paradigma. Es posible que se anuncien más jubilaciones aplazadas de centrales de carbón y que se reabran centrales nucleares cerradas. Lo más interesante será ver cómo evoluciona la situación en los mercados en los que no existe la opción minorista frente a los mercados en los que sí existe”.
El informe concluye que la planificación de la transmisión, la obtención de permisos y la construcción son los principales obstáculos para satisfacer el futuro crecimiento de la demanda. Será necesario un planteamiento integrado por parte de las empresas de servicios públicos, los reguladores y los responsables políticos para afrontar este reto y la construcción necesaria para proteger la seguridad nacional de EEUU, impulsar el crecimiento económico estratégico y descarbonizar el sector eléctrico para hacer frente al cambio climático.
“Será un gran reto. La última vez que el sector eléctrico estadounidense experimentó un crecimiento inesperado de la demanda fue durante la Segunda Guerra Mundial”, afirma Seiple. “Entre 1939 y 1944, la producción manufacturera se triplicó y la demanda de electricidad aumentó un 60%. Fue un esfuerzo nacional estrechamente coordinado que reunió a la industria y a los responsables políticos para afrontar el reto y encontrar innovaciones por el camino. Ahora es necesario un esfuerzo similar”.
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