El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha reanudado la medición de plutonio en el área de 40 hectáreas bajo vigilancia radiológica ambiental de Palomares, en Cuevas del Almanzora (Almería), con la recogida de un centenar de muestras cuyo análisis ha dado como resultado el hallazgo de emisores alfa, es decir contaminación radiactiva, en 72 de ellas.
Los análisis radioquímicos se retomaron el 1 de septiembre de 2020 tras un requerimiento de la Comisión Europea (CE) y hasta el pasado mes de noviembre, se han recogido y se han tratado 72 filtros de aire para partículas de polvo, 28 muestras de productos alimenticios, en concreto hortalizas cultivadas, y siete bioindicadores de flora y fauna.
El informe preceptivo remitido a finales de diciembre a la CE por el regulador atómico español, al que ha tenido acceso Europa Press, concluye que estos 107 análisis han dado como resultado la identificación de "72 emisores alfa", si bien precisa que solo se ha completado la medición de 25 para "determinar" la concentración de actividad de plutonio en aire, alimentos y bioindicadores.
El CSN reconoció ante los integrantes de la misión de verificación europea que visitó Palomares en junio de 2019 que el laboratorio radioanalítico del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) "no tenía capacidad" para medir el plutonio y que sólo se estaba monitoreando el americio.
Aludió a diferentes motivos, entre ellos, obras de mejora en las instalaciones, pero también a "retrasos en la adquisición de un detector gamma para sustituir a un dispositivo averiado por los recortes presupuestarios" y a la "falta de técnicos de laboratorio por retrasos" en el proceso de contratación.
Al tiempo, el regulador atómico comunicó a los verificadores europeos que su "intención" era reanudar la espectometría alfa para medir el plutonio a lo largo del año 2020.
Posteriormente, y a raíz de esta visita, la CE requirió a España para que, "lo antes posible", diera cumplimiento a esa previsión, recuperase la capacidad de medir este emisor alfa, y le informarse antes de que acabase el pasado año de los avances realizados en este sentido.
No obstante, pese a esta observación, los técnicos europeos remarcaron que el sistema de monitorización de la radiactividad en el aire, el agua, el suelo y los productos agrícolas en la zona donde cayeron las cuatro bombas termonucleares tras la colisión en el aire de dos aviones de EEUU en 1966 se ajusta al Tratado Euratom, es "adecuado" y funciona "de manera eficiente".
MUESTRAS EN CONEJOS
En su informe a Bruselas de diciembre, el CSN comunica, asimismo, que, siguiendo una recomendación de la CE que se remonta a 2010, ha previsto la "recogida y análisis anual" de muestras de carne de conejo recogidas en los entornos de la denominada zona 6, un área de 20 hectáreas que se extiende por la Sierra Almagrera, y la zona 2, donde cayó una de las dos bombas que detonó al impactar contra el suelo.
Hasta ahora, el regulador atómico había argumentado que tenía "dificultades para obtener las muestras" ante las recomendaciones realizadas desde Europa para que se ampliase el programa de vigilancia radiológica y se incluyese la carne de conejo con el objetivo de "mejorar la estimación de exposición a las radiaciones",
La posición ha cambiado por lo que traslada que, en los últimos meses de 2020, se han obtenido muestras, "congeladas" en Palomares a la espera de su transporte a los laboratorios del Ciemat en Madrid para su procesamiento.
Detalla, asimismo, que para llevar a cabo este trabajo ha solicitado el "obligatorio permiso de caza" a la Junta de Andalucía y que se ha contactado con un cazador local "con arma y licencia" reglamentaria, que ha colaborado de forma "voluntaria y altruista".
ESPAÑA DEBERÁ INFORMAR
El próximo plazo a cumplir por España en relación a Palomares expira a finales de 2021 cuando deberá informar a la Comisión Europea de los "progresos" alcanzados respecto al plan de limpieza "definitivo" de las 40 hectáreas contaminadas por el que se debe "eliminar" el suelo contaminado para su "deposito de forma segura" en un almacenamiento "a largo plazo".
La CE recomendó hace una década que se llevase a cabo en Palomares el Plan de Rehabilitación y la limpieza de la tierra "para evitar cualquier inaceptable riesgo radiológico" en especial en las zonas 2,3 y 6 "teniendo en cuenta la muy larga vida media" de los "contaminantes" allí presentes.
Recogía que, dentro de las áreas contaminadas y según el informe realizado entonces, en algunos lugares se registraba "una exposición para miembros del público de más de 1 mSv por año, superior en ciertas zonas a 5 mSv por año".
La misión de verificación que visitó Palomares en junio de 2019 comunicó en su informe que no se ha descontaminado "ninguna" de las áreas afectadas y aludía a que las autoridades españolas tenían "toda actividad paralizada" respecto a esta situación a la espera de un "acuerdo vinculante" con EEUU.
España sostiene que para "la solución final" al "problema" del área bajo vigilancia radiológica es "primordial" el acuerdo con EEUU ya que "no tiene instalaciones para el almacenamiento final de los desechos radiactivos generados por la limpieza".
A raíz de esto, la comisión solicitó a las autoridades españolas que informasen sobre los avances en el plan de rehabilitación "final" de las áreas contaminadas con plutonio en Palomares antes del finales de 2021 y avisó de que, de acuerdo a lo que se informe, podría considera la "necesidad" de una nueva misión de verificación para medir el grado de cumplimiento de esta recomendación.
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