De todas las energías renovables, quizá la geotérmica sea la más desconocida y por ende, la menos desarrollada. Es preciso, pues, que las polìticas nacionales a nivel mundial propongan medidas que impulsen esta tecnología, porque no solo es limpia, además es constante y segura.
Y podría estar a punto de eclosionar, tras la reunión que se produjo en Florencia, Italia, el pasado 11 de septiembre, entre líderes y ministros de más de 25 gobiernos de todo el mundo para acelerar la adopción mundial de energía geotérmica, bajo el paragüas de la Global Geothermal Alliance (GGA), que representa la mayor reunión ministerial dedicada al desarrollo de la energía geotérmica.
Tras la reunión se firmó la "Declaración de Florencia", donde los miembros de la Alianza se comprometieron a viajar juntos para abrir nuevas y concretas energías térmicas a la energía térmica, renovando su compromiso de diálogo, colaboración, intercambio de experiencias y creación de capacidad, con la voluntad común de crear y fortalecer legales, reglamentarios y financieros eficaces, incluso mediante la participación de las comunidades locales en el desarrollo geotérmico.
Y para apoyar todo ese esfuerzo, la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) ha lanzado un informe técnico, "Geothermal Power", que proporciona información técnica básica, analiza el potencial del mercado y las barreras, y ofrece ideas para los responsables de la formulación de políticas sobre la generación de energía geotérmica.
Se calcula que la cantidad de calor dentro de la superficie de la Tierra contiene muchas veces más energía que sumando todos los recursos de petróleo y gas de todo el mundo. Por lo tanto, la energía geotérmica ofrece un considerable potencial de crecimiento. El aumento del despliegue y la apertura de nuevos mercados, por su parte, deberían reducir los considerables costes iniciales de la tecnología, aumentando aún más la competitividad de la energía geotérmica.
La capacidad instalada mundial de energía geotérmica alcanzó 12,7 gigavatios en 2016, con costes típicos de generación que oscilan entre 1,870 dólares y los 5,050 dólares por kilovatio. El coste nivelado de electricidad (LCOE) de las centrales geotérmicas fue de 0,04-0,14 dólares por kilovatio-hora.
Además, la geotermia representa hoy apenas el 0,3% de la capacidad instalada global de la energía renovable, aunque, una vez que se cubren los costes iniciales, es una de las fuentes de energía renovable más baratas y seguras disponibles. Se estima que el potencial global de geotermia es de alrededor de los 200 GW.
A nivel mundial, la energía geotérmica sigue estando en gran medida sin explotar a pesar de su enorme potencial para la generación de energía baja en carbono y el uso directo en calefacción y refrigeración, en este momento sólo se puede obtener el 6% del potencial geotérmico probado, lo que significa que el sector representa una oportunidad significativa para descarbonizar el sistema energético y impulsar el crecimiento económico en los 90 países con recursos probados.
Por todo ello, la "Declaración de Florencia" también pretende que haya un entorno más favorable para lograr un aumento del 500% de la capacidad global instalada para la generación de energía geotérmica y un aumento del 200% en el calentamiento geotérmico para 2030, porque, dependiendo de sus características, la energía geotérmica se puede utilizar para generar electricidad limpia, o en aplicaciones de uso directo como la calefacción, la refrigeración, la agroindustria y en aplicaciones industriales, por nombrar algunas.
La huella ecológica de la energía geotérmica es insignificante y su predictibilidad y fiabilidad la convierten en un importante contribuyente a la descarbonización del sistema energético mundial, al tiempo que aumenta la seguridad del suministro y fomenta el desarrollo económico local.
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