Ahorrar y reducir costes. Ese es el objetivo del desarrollador de energía eólica marina más grande del mundo, la eléctrica danesa Ørsted, que se ha encontrado de bruces con dos fenómenos que no esperaba y que tienen una repercusión directa en los objetivos de rendimiento de sus parques eólicos. Se trata del 'efecto bloqueo' y el 'efecto estela' de los aerogeneradores offshore. Tanto es así que ha anunciado que reduce su objetivo a largo plazo para la tasa interna de rendimiento (TIR) del ciclo de vida, en concreto, de siete proyectos de eólica marina.
El líder danés de proyectos renovables espera un promedio ponderado de capacidad de 7%-8% del TIR para los proyectos Borssele 1 y 2, Hornsea 2, Gode Wind 3, Borkum Riffgrund 3, Greater Changhua 1 y 2a y 2b y 4 y Revolution Wind, todos los cuales los ha ganado en licitaciones competitivas. Hace un año, la compañía estableció un objetivo de rendimiento del 7,5-8,5%.
Este pronóstico de producción más bajo y de retorno, eclipsaron los buenos resultados del tercer trimestre de 2019, y el precio de sus acciones cayeron hasta un 10%.
Ørsted ha explicado en un comunicado que ha conseguido identificar tres factores que ejercen presión sobre sus objetivos a largo plazo. El primero es que, después de un profundo análisis de una larga lista de variables, la compañía ha estado subestimando el impacto negativo de los llamados "efectos de bloqueo y de estela".
El efecto de bloqueo surge de la desaceleración del viento a medida que se acerca a las turbinas. Hay un efecto de bloqueo individual para cada turbina y un efecto de bloqueo para todo el parque eólico, que es mayor que la suma de los efectos individuales.
Y segundo, el "efecto estela" se refiere a la estela que deja cada turbina donde las velocidades del viento se reducen nuevamente, afectando los aerogeneradores cercanos e incluso a los parques eólicos vecinos. Según Ørsted, la compañía, y posiblemente toda la industria, no han podido evaluar el impacto real de tales efectos.
"A medida que se acelere la acumulación de energía eólica en alta mar, toda la industria verá mayores efectos de estela en los parques eólicos vecinos", ha advertido Ørsted en el comunicado.
Los otros dos factores negativos que afectan los objetivos a largo plazo son la retribución más baja (FiT) en Taiwán, donde la compañía también ha tenido que aceptar un límite en las horas de carga completa, y el aumento del gasto de capital (CAPEX) estimado para su cartera de proyectos marinos en Estados Unidos, localizada principalmente en activos de transmisión.
Además del TIR del ciclo de vida, otro objetivo a largo plazo que ha tenido que reducir la compañía es el factor de carga del total de la vida útil de su cartera europea en eólica marina y de los proyectos que están en construcción o aprobados para ello. En lugar de rendimientos entorno al 48%-50%, ahora están por debajo del 48%. En concreto, esta reducción afecta a los parques de Gode Wind 1 y 2, Burbo Bank Extension, Race Bank, Walney Extension, Borkum Riffgrund 2, Hornsea 1, Borssele 1 y 2, Hornsea 2, Gode Wind 3 y Borkum Riffgrund 3.
La compañía ha dicho que está tomando medidas para reducir sus costes indirectos entre 500 y 600 millones de coronas danesas anuales entre 2020 y 2022 y ha advertido que aproximadamente la mitad de esta reducción se producirá en el adelgazamiento de la estructura del grupo, mientras que el resto se hará con las funciones de su personal.
Estos anuncios los ha hecho mientras presentaba unos buenos resultados trimestrales: un aumento del 85% en el EBITDA hasta los 4.120 millones de coronas danesas (unos 600 millones de euros), superando el pronóstico de 3.270 millones de numerosos analistas. También ha mantenido su perspectiva de crecimiento para el año, un objetivo que en septiembre alcanzó un EBITDA de 16-17.000 millones de coronas danesas, en comparación con los 15.500-16.500 millones anteriores.
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