El salto denominado Lafortunada-Cinqueta, situado en el Pirineo aragonés, ha pasado a manos del Estado. Once años han tardado los distintos gobiernos para recuperar la concesión de una de las mayores centrales hidroeléctricas del Pirineo hasta ahora en manos de Endesa.
Según adelanta el Heraldo de Aragón, el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente ha emitido una resolución que extingue el derecho de aprovechamiento a favor de la compañía eléctrica y lo revierte a la Administración General del Estado.
A partir de ahora, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se apodera de buena parte de todas las instalaciones y tiene seis meses para lanzar un nuevo concurso público y dar una nueva licencia para aprovechar la electricidad que se genera en este salto de 40 MW de potencia.
La reversión de la concesión ha tardado casi 11 años ya que se tenía que haber adoptado en julio de 2007, cuando se alcanzaron los 75 años de la concesión.
A pesar de ello, el Gobierno va a obligar a Endesa a que devuelva los beneficios obtenidos durante estos casi 11 años que ha estado de más la eléctrica gestionando el salto. Según cuenta el diario aragonés, la pérdida económica para la Administración del Estado asciende a unos 40 millones de euros.
Se trata pues de la cuarta reversión de una central hidroeléctrica a manos del Estado en los últimos años en la zona, después de la de El Pueyo de Jaca; el salto de Barrosa, en Bielsa, y el Auxiliar de Campo, en el Ésera.
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