El exconsejero de Red Eléctrica ve en el apagón una consecuencia de una política energética con "falacias"

Este señor, que compareció hoy en el Senado y que fue consejero y alto directivo de Red Eléctrica, conoce (o debería conocer de primera mano) la profesionalidad y el nivel de preparación de la plantilla. Sabe perfectamente que los profesionales no aceptan (ni aceptaron, ni aceptarán) injerencias de ningún tipo a la hora de operar la red. Es su obligación.

Una cosa es la política energética del Gobierno de turno (el compareciente entró en Red Eléctrica por la cuota del PP), con la que cada uno puede tener su opinión.

Pero otra cosa muy distinta es la garantía de suministro, y los profesionales de Red Eléctrica (así como los del resto de las empresas del sector) saben cuál es su obligación, son ingenieros perfectamente preparados, y nunca admitirán influencias externas (y mucho menos de carácter político).

Lo que no se puede es mezclar las dos cuestiones (política energética con operación del sistema), como pretendió hacer este señor en su declaración.

Los informes (realmente independientes) concluyen que:

-- El incidente (apagón) comenzó con un problema de sobretensiones, debido a oscilaciones anómalas del sistema cuya causa todavía está por conocer, seguido del disparo de unos 2.200 MW.

-- El sistema tenía capacidad técnica (grupos síncronos disponibles) para el control de tensiones, pero no se programaron suficientes grupos (aunque Red Eléctrica dice que sí).

-- Los grupos síncronos que estaban conectados no regularon tensión de acuerdo a los protocolos (aunque las eléctricas dicen que sí).

-- Cuando aumentaron las tensiones y comenzó a disminuir la frecuencia, algunos generadores se desconectaron (para protegerse) antes de alcanzar los umbrales reglamentarios.

-- Los procedimientos de operación (muy antiguos) están obsoletos para el mix de generación actual del sistema.

A partir de ahí, las declaraciones interesadas de las partes (algunas de ellas bastantes sesgadas y más propias de la crispación política que de buscar lo mejor para el sistema eléctrico, sus empresas y los consumidores) solo buscan posicionarse e influenciar a la opinión pública y a los organismos que dirimirán las responsabilidades del apagón.

Confiemos en la CNMC y en su caso en los jueces que tengan que resolver, porque en caso contrario los consumidores una vez más pagarán los platos rotos.