La central nuclear de Almaraz, en Cáceres, funciona con la seguridad "degradada" y deberían realizarse reparaciones en sus bombas de refrigeración, según ha alertado el físico y activista antinuclear español Francisco Castejón.
En una entrevista con el semanario luso "Expresso", Castejón defendió el cierre de la central "lo antes posible" y cuestionó que la seguridad en la central esté garantizada hasta que expire su licencia, en 2020.
"Las bombas de refrigeración tienen problemas. De cinco, ya han fallado dos. Deberían parar la central para repararlas o cambiarlas antes de 2020", señaló el experto, que añadió que las compuertas de aislamiento de los dos reactores tampoco están preparadas para aguantar una posible inundación.
Castejón es físico nuclear en el Centro de Investigación Energética, de Medio Ambiente y de Tecnología (CIEMAT) y a su vez forma parte del movimiento antinuclear de Ecologistas en Acción, por lo que se define como un "antinuclear con conocimiento de causa". "La vida útil debía obedecer al tiempo en el que las centrales nucleares están diseñadas para vivir. Queremos que cierren a los 30 años de vida, y como todas tienen más de 30 años deben cerrar cuando termine la licencia de explotación", defendió.
La central de Almaraz fue construida en la década de 1970 y en 2010 el Ministerio de Industria y Comercio español le otorgó la autorización para que siguiera funcionando durante otros diez años.
Con ello, la Unidad I y la Unidad II de la central nuclear cumplirán en 2020 los 39 y 37 años de funcionamiento, por debajo de lo que se considera ciclo útil en una planta de este tipo, fijado en 40 años.
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