Al sector industrial español le pesa su factura del gas. Según el informe-encuesta de GasINDUSTRIAL, la asociación de consumidores industriales de gas, “Consumo Industrial de Gas en España, 2018”, el gas es clave en los costes y determinante en su competitivida. En definitiva, un freno real al desarrollo industrial.
En la presentación del informe, Javier Esteban, presidente de GasINDUSTRIAL ha mostrado la inquietud de los industriales españoles ante esta preocupante realidad y explicó qué cambios son necesarios para que esta industria pueda contar con un gas competitivo que permita desarrollar la actividad, continuar exportando y que aleje el fantasma de la deslocalización del tejido industrial español.
Esteban ha destacado que es necesario reducir los costes regulados, disminuyendo la retribución a las actividades reguladas de transporte, regasificación, almacenamiento y distribución, eliminando costes ajenos a los servicios; fomentando el incremento de demanda para reducir costes unitarios del sistema; redefiniendo las tarifas de peajes haciendo más justas las industriales, e incrementando la eficiencia de los peajes con mayor desagregación, sin costes repetitivos y con reducción de los peajes internacionales y los costes de acceso de gas al sistema.
En segundo lugar, es necesario lograr un menor coste del precio de mercado y eso se lograría reduciendo las barreras que limitan la entrada de gas en el país, apoyando la creación de infraestructuras de conexión con Europa, el hub de GNL y mercado agregado de plantas de regasificación, y simplificando la normativa de acceso a almacenamientos, gasoductos y redes de distribución. Además de reducir costes de avales y una simplificación administrativa. También es necesario hacer eficientes los almacenamientos subterráneos, hacer viable la figura de “Consumidor Directo en Mercado”, ampliar el plazo de MibGas físico a dos años y desarrollar mercados financieros de futuros a medio y largo plazo.
Por su parte, Verónica Rivière, directora general de GasINDUSTRIAL, junto con Ernest Valls, de Energía Local, consultora energética que ha realizado la encuesta a industriales y realizado el estudio, han destacado algunas cifras y conclusiones de la encuesta.
Por un lado, la industria, base del sistema gasista, supone el 60% del consumo nacional de gas, y el gas –con peso similar a la electricidad- es su principal fuente de energía. Más de 4.700 millones de euros al año, la factura de gas de la industria española.
La industria química, cerámica, de alimentación, siderúrgica y papelera son los principales sectores grandes consumidores de gas.
**Una comercializadora, Naturgy, es la que centraliza el **41% de los clientes y junto con Endesa (16%) suman casi el 60% de la cuota de mercado. Son los líderes en suministro de gas a la industria española. Y la desigualdad en el suministro es aún más marcada en número de clientes por comercializadora, donde Naturgy vuelve a encabezar la lista y por mucho.
El gas que consume la industria española proviene fundamentalmente de Argelia (48%), Nigeria (13%), Qatar (10%) y Perú (10%). El 53% de ese gas llega por GN y 47% por GNL.
Las reivindicaciones de este sector se han podido constatar en este estudio porque para seis de cada diez industrias, el gas supone más del 60% del total de su coste energético y su coste es mayor que el de la electricidad, CO~2~ o fuel, de manera que cualquier bajada o subida en su precio conlleva un fuerte impacto en la competitividad de los industriales españoles.
El precio del gas es determinante para su competitividad: más del 50% de estas empresas exportan más del 40% de su producción.
La mitad del gas consumido industrialmente se destina a cogeneración de alta eficiencia, porque —según afirman los encuestados- es la tecnología más eficiente para producir simultáneamente calor y electricidad.
En definitiva, el precio del gas es un freno al desarrollo industrial. Más de la mitad de los industriales encuestados afirman que aumentarían su consumo si el precio fuera más competitivo, incrementando su actividad y el desarrollo industrial.
Pero, ¿cuál es el funcionamiento del consumo? Los industriales se decantan por la estabilidad de los mercados de gas frente a la volatilidad del petróleo, a la vez que evitan el tipo de cambio: uno de cinco utiliza el índice MibGas en su fórmula de aprovisionamiento y les parece muy positivo este mercado hasta en un 97%.
La mitad de los consumidores industriales tiene una parte del volumen a precio fijo. El 61% tiene cláusulas de take or pay, lo que les obliga a anticipar sus consumos. Solo el 44% se protege de la volatilidad del mercado con herramientas de gestión de riesgos.
Un 22%de los industriales tiene su coste de gas 100% a mercado. Prácticamente 1 de cada 5 soporta el 100% de exposición de riesgo del mercado en su compra de gas. Ni utilizan herramientas de gestión de riesgo ni tienen en sus contratos un precio fijo.
Solo un tercio de los consumidores industriales tienen forma de pago a un mes más un día o superior. El gas es una parte considerable de la factura energética de los industriales: 2 de cada 3 han de hacerle frente en menos de 30 días, lo que implica una considerable exigencia financiera.
El 73% de los industriales de filiales españolas de multinacionales afirman pagar más por el gas que sus homólogas en otros países, lo que les coloca en una clara situación de desventaja competitiva —incluso con las empresas de su propio grupo— para vender en mercados globales.
Para conseguir un menos coste precio de mercado, la asociación propone que se reduzcan las barreras que limitan la entrada de gas, se apoye la creación de infraestructuras de conexión con Europa, al igual que el hub de GNL y modelo agregado de plantas de regasificación, se simplifique la normativa de acceso a almacenamientos, gasoductos y redes de distribución, se reduzcan los costes de avales y haya una simplificación administrativa, que se hagan eficientes los almacenamientos subterráneos (posibilidad múltiples extracciones), y viable la figura de “Consumidor Directo en Mercado”. Por último, proponen ampliar el plazo del mercado organizado físico (MIBGAS) hasta dos años y desarrollar mercados financieros de futuros a medio y largo plazo.
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