El Gobierno y Enagás cambian la planificación invernal de gas al no tener almacenado tanto GNL

Con el invierno a la vuelta de la esquina y las reservas de gas más bajas que el año pasado, el Gobierno ha decidido ajustar su estrategia energética. A través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se ha aprobado una modificación del Plan de Actuación Invernal (PAI), la hoja de ruta que cada año establece cómo se garantiza el suministro de gas durante los meses de mayor consumo. El cambio responde a una recomendación de Enagás, el Gestor Técnico del Sistema, y busca reforzar la seguridad energética en un contexto de menor almacenamiento.

El ajuste no se produce por capricho. Según detalla la resolución firmada las existencias actuales en los almacenamientos subterráneos ascienden a 30.571 GWh, el equivalente al 85% de su capacidad. Es un 13% menos que en la misma fecha de 2024, cuando las reservas alcanzaban el 95%. La diferencia, aparentemente técnica, tiene consecuencias reales: si las extracciones empiezan con menos gas disponible, la autonomía del sistema se reduce justo en los meses más críticos, febrero y marzo.

Ante ese escenario, Enagás planteó una redistribución del esfuerzo. En lugar de concentrar mayores reservas en noviembre y diciembre, cuando la demanda todavía no alcanza su punto máximo, propuso trasladar parte de esa obligación a enero y febrero, los meses tradicionalmente más fríos. El Ministerio ha aceptado esa recomendación, de modo que el gas disponible en las plantas de regasificación será mayor cuando realmente se necesite.

Contratación de capacidad

El cambio llega en un momento en que la contratación de capacidad de entrada de gas a la red, con duración superior a un día, se ha reducido casi a la mitad en dos años. Este indicador, que determina cuánta cantidad de gas deben mantener los usuarios como reserva, ha pasado de más de 6 TWh en enero de 2023 a apenas 3,1 TWh en enero de 2025. En la práctica, significa que las empresas mantienen menos gas almacenado y que el sistema cuenta con menos colchón de seguridad para afrontar picos de consumo o interrupciones de suministro.

El Ministerio sometió la propuesta a audiencia pública entre el 11 de julio y el 4 de agosto, un trámite en el que los agentes del sector pudieron presentar sus alegaciones. Finalmente, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) emitió un informe favorable el pasado 9 de septiembre, dando luz verde al cambio de planificación.

Nivel mínimo de almacenamiento

El panorama español no se dibuja de forma aislada. El Consejo de la Unión Europea aprobó prorrogar la normativa que exige a sus Estados miembros mantener un nivel mínimo de almacenamiento de gas al 90% de su capacidad al inicio de cada temporada invernal, extendiendo la vigencia hasta finales de 2027.

La reforma introduce una ventana móvil para alcanzar ese objetivo —entre el 1 de octubre y el 1 de diciembre, en lugar del límite fijo del 1 de noviembre—, y permite desviaciones de hasta 10 puntos porcentuales en escenarios de mercado especialmente adversos.

Asimismo, la Comisión Europea podrá autorizar una flexibilidad adicional de hasta 5 puntos porcentuales mediante acto delegado si las condiciones siguen resultando desfavorables.

Estas modificaciones buscan equilibrar la seguridad energética con la adaptabilidad frente a la volatilidad del mercado europeo del gas.