Con las metas de descarbonización y de autosuficiencia energética en mente, China va camino de convertirse en el mayor productor de energía nuclear del mundo hacia 2030. Y uno de los grandes protagonistas de esta apuesta es el Hualong One, el primer reactor desarrollado íntegramente en el país.
Estos reactores pertenecen a la tercera generación, una evolución de los diseños de segunda generación presentes en la mayoría de centrales nucleares del mundo que incorpora avances en materia de seguridad, como los sistemas "pasivos" que operan incluso cuando hay pérdida de fuentes externas de energía o bloqueo de las tomas de agua, lo que permitiría evitar desastres como el de Fukushima (Japón).
Invitada por la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC) junto a otros medios internacionales, EFE visitó el primer Hualong One del mundo -el reactor 5 de la central nuclear de Fuqing, en la provincia suroriental de Fujian, activo desde enero de 2021- y la planta de Zhangzhou, donde se construyen cuatro de estas unidades, la primera de las cuales entrará en servicio a finales de este año.
La nuclear para China
Con 6,68 millones de kilovatios (KW) instalados en sus seis reactores, Fuqing cubre una sexta parte del consumo energético de Fujian, de unos 41 millones de habitantes, y ha logrado reducir en unos 93,6 millones de toneladas el consumo de carbón, que sigue suministrando más de la mitad de la energía en el país asiático.
Hasta el momento, los Hualong One no han experimentado ningún apagado de emergencia estando en servicio -el reactor 5 de Fuqing sí registró uno en las pruebas preliminares por problemas en las tuberías de vapor-, alcanzando además la nota más alta de la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO), organización dedicada a mejorar los niveles de seguridad y fiabilidad del sector.
Li Zonglin, uno de los primeros jefes de turno en el control de un Hualong One, explica que estos reactores -con 60 años de vida útil- pueden funcionar hasta 18 meses sin parar para recargar combustible e incorporan sistemas "inteligentes" de seguimiento que "permiten identificar problemas inmediatamente y actuar en remoto".
El técnico especificó que China ha logrado que un 88 % de los componentes del reactor se fabriquen a nivel local, con el 12 % restante aún importado: "Somos una entidad comercial y tenemos en cuenta la eficiencia de costes".
"Más eficiente, más rápido, más barato"
"Esperamos que el Hualong One se haga global", deseó la secretaria de las Juventudes Comunistas de la central de Fuqing, Zhang Enyu. Hasta ahora, solo hay dos de estos reactores en el exterior -ambos en Karachi (Pakistán), en operación desde 2021 y 2022- y se firmó un contrato para construir otro en Argentina, en la central de Atucha.
Ante esto, la pregunta que afrontaron reiteradamente los responsables de la CNNC fue: "Si un país quiere construir un reactor nuclear, ¿qué ventajas ofrece el Hualong One frente a sus competidores occidentales?".
"El Hualong One es muy económico comparado con otros", asegura Su Jungao, subdirector del departamento de ingeniería de la central de Zhangzhou. Los conferenciantes rechazaron desvelar detalles "confidenciales" sobre los costes de construcción, pero la prensa local apunta a unos 20.000 millones de yuanes (2.809 millones de dólares, 2.600 millones de euros) por reactor.
"Su producción es más eficiente que la de sus equivalentes occidentales de 3ª generación", agrega Hu Jian, subdirector de Comunicación de la CNNC, pero además -dijo- la corporación china construye "dentro de los plazos, no tiene retrasos".
"Todas las empresas occidentales sufren retrasos", apuntó.
Por ejemplo, mientras el primer Hualong One se construyó en menos de 6 años, los EPR de la francesa EDF experimentaron retrasos de 12 y 13 años antes de empezar a operar en Flamanville (Francia, este año) y Olkiluoto (Finlandia, 2023), con costes de 13.200 millones y 11.000 millones de euros, respectivamente, en ambos casos unas 4 veces más de lo previsto.
Además, Li afirma: "Somos bastante competitivos, estamos al menos al mismo nivel que la tecnología occidental". En su opinión, la "seguridad y eficiencia" de estos reactores los hacen ideales para "compartirlos" con otros países, en especial aquellos en vías de desarrollo.
Si no, China también ofrece a su 'hermano pequeño', el Linglong One, un reactor modular de pequeño tamaño y con un coste equivalente a unos 700 millones de dólares.
El gigante asiático ya mira al futuro: a finales de 2023, China arrancó su primer reactor de cuarta generación, que promete más estabilidad, seguridad y eficiencia: "La tercera generación es evolución, la cuarta será revolución", avisa Zhang.
nuclear power market
05/11/2024