NET ZERO

El impacto del impuesto del plástico en el medio ambiente

El objetivo planteado por el proyecto es conseguir reducir los plásticos de un solo uso en un 50% para 2026 y alcanzar el 70% en 2030

Ningún comentario

Desde el pasado 1 de enero de este 2023, ha entrado en vigor una nueva ley de residuos, coloquialmente conocida como el impuesto al plástico. Un proyecto que lleva tiempo gestándose y que lleva a la industria a adecuarse a un nuevo escenario.

Este nuevo marco normativo es parte de una estrategia para alinearse con los objetivos de residuos establecidos por la Unión Europea, especialmente los vinculados a la economía circular y la reducción de los plásticos de un solo uso.

En este artículo buscamos analizar cómo este nuevo tipo impositivo puede afectar a empresas y consumidores, así como el impacto real que tendrá en el camino hacia una economía de bajas emisiones en 2050.

Esta nueva ley de residuos y suelos contaminados incluye dos nuevos tributos: uno que incide sobre el depósito de residuos en vertederos e incineración y, el que nos atañe, que grava a los envases desechables de plásticos de un solo uso.

El objetivo planteado por el proyecto es conseguir reducir este tipo de residuos en un 50% para 2026 y alcanzar el 70% en 2030. Para evitar así el problema que genera la gestión de estos desechos y los altos niveles de contaminación que producen.

La gestión de este impuesto es competencia de cada Comunidad Autónoma, se aplicará de forma indirecta, afectando a tanto a nivel de fabricación como a la importación o compra en el espacio europeo, de esta clase de envases que estén destinados al mercado nacional.

Para calcular la base imponible se tendrá en cuenta la cantidad de plástico no reciclado del envase (en kilogramos), y se le aplicará un tipo impositivo de 0,45 euros por kilo. Las excepciones que contempla la norma son las exportaciones y entregas intracomunitarias y algunos productos de uso farmacéutico.

Para contribuir a este fin, el proyecto de Ley traspone los objetivos contemplados tanto en la directiva de residuos de 2018, como en la de plásticos de un solo uso y recoge, por primera vez en la legislación española, limitaciones a estos productos, restringiendo la introducción en el mercado de alguno de ellos y estableciendo un impuesto para avanzar en la reducción de su comercialización.

Además, también se impone la prohibición de la distribución gratuita de productos plásticos de un solo uso, por lo que los comercios deberán cobrar al consumidor por ellos y debe figurar de forma separada en el ticket de venta.

Repercusiones del impuesto al plástico para el medio ambiente

Este nuevo paquete legislativo ha provocado cierta controversia, ya que muchos dudan de su efectividad para alcanzar los objetivos de sostenibilidad que persigue.

Además, se insiste en la necesidad de buscar homogeneizar este tipo de políticas a nivel europeo e incorporar otros factores complementarios para conseguir reducir la contaminación.

En conclusión, se plantea la necesidad de escuchar a la industria e ir más allá del afán recaudador, considerando que el plástico puede ser clave para el desarrollo de la economía circular y promoviendo políticas de reutilización y una apuesta clara por la fabricación de plásticos biodegradables.

Contenido patrocinado.

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios