Movilidad

El mundo contará con 40 millones de puntos de recarga para coches eléctricos en 2030

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La tendencia bajista de los precios de las baterías y las iniciativas gubernamentales provocarán que las ventas globales de vehículos eléctricos se disparen en los próximos años. Esto convierte la infraestructura de recarga en un atractivo mercado para las empresas que deseen invertir en la nueva movilidad que se avecina. Así lo considera la consultora norteamericana Wood McKenzie, que estima que para el año 2030 la red de carga de vehículos eléctricos generará un volumen de negocio de 18.600 millones de dólares tan sólo en Norteamérica.

Pero esto no es nada si lo comparamos con el tamaño que puede llegar a tener la infraestructura de recarga a nivel global: según el informe de Wood McKenzie, la red mundial alcanzará 40 millones de puntos de carga en 2030, cuando los coches eléctricos supondrán el 11% de las ventas totales. Esta situación será posible gracias al incremento de las ventas de vehículos de cero emisiones, que crecerán a un ritmo medio del 24% anual, siendo China el mayor mercado.

En total, el informe estima que 12 millones de puntos de carga privados y otros 1,2 millones de estaciones públicas harán de Norteamérica el territorio con una mayor infraestructura. En cuanto a Europa, se estima que habrán 9 millones de conexiones para la carga vinculada (en el hogar o la oficina) y otros 1,6 millones de estaciones públicas de recarga para el mismo año. De esta forma, Europa superaría a Estados Unidos y Canadá en cuanto al desarrollo de la red de carga de oportunidad (en carretera y en las ciudades), mientras que el usuario de vehículo eléctrico norteamericano contará con más opciones de carga vinculada.

"El ecosistema de la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos es muy complejo, y la mayoría de los proyectos requieren alianzas sólidas entre las partes interesadas, tanto públicas como privadas, para desplegar la infraestructura necesaria", comentó Timotej Gavrilovic, analista de investigación de Greentech Media, la división de Wood McKenzie que escribió el informe. “Aunque las oportunidades serán lentas al principio, las empresas pronto verán un rápido crecimiento”, aseguró.

En este contexto, las grandes empresas energéticas, como las petroleras Cepsa, BP y Royal Dutch Shell, se apresuran para adaptar su modelo de negocio a la llegada de la electrificación al automóvil. Algunas iniciativas recientes han sido la adquisición de Chargemaster y una inversión en StoreDot por parte de BP, mientras que Shell y Cepsa se incorporarán a la red de recarga europea Ionity. Por su lado, las eléctricas como Iberdrola y Endesa ya ofrecen servicios de instalación de puntos de carga y tarifas reducidas para los usuarios de vehículos eléctricos.

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