El Gobierno de coalición de Alemania busca una respuesta común al plan de Bruselas de declarar "sostenible" la energía atómica, una propuesta que reconoce será difícil de parar y que relanza un debate que se creía superado en un país que cierra sus centrales.
Ante todo para Los Verdes, el segundo partido de la coalición, el reconocimiento de la energía nuclear como "sostenible" es algo difícil de aceptar puesto que la agrupación creció con el rechazo a este tipo de energía.
Sin embargo, la ministra de Medioambiente, la verde Steffi Lehmke, admitió este martes que será difícil modificar la propuesta de Bruselas debido al apoyo que tiene de otros países, como Francia.
"Me atrevo a dudar de que se pueda cambiar la propuesta", dijo Lemke en declaraciones a la emisora bávara Bayern 2.
Un cambio en la propuesta presentada por el Ejecutivo comunitario necesitaría una mayoría en el Consejo Europeo, lo que se presenta como una opción difícil de lograr.
"La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, se pronunció a favor de fomentar la energía atómica como energía sostenible. Francia ha tomado una posición clara a favor. Otros países también", dijo Lemke quien, sin embargo, califica la propuesta de "equivocada" y considera que esa es la postura de todo el Gobierno.
"El canciller Olaf Scholz ha dejado claro que desde nuestro punto de vista, desde el punto de vista del Gobierno, las inversiones en energía nuclear no pueden considerarse inversiones sostenibles", aseguró.
Sin embargo, pese a que el Partido Socialdemócrata (SPD), el primero de la coalición, comparte con Los Verdes la idea de que la clasificación de la energía atómica como sostenible es algo problemático, la propuesta de la comisión es vista por muchos observadores en Alemania como un compromiso que contempla tanto intereses franceses como alemanes.
Así, además de la energía nuclear, las centrales que funcionan con gas bajo ciertas condiciones y durante un tiempo limitado también pueden considerarse como sostenibles, según la propuesta.
Eso es algo que ha sido expresamente celebrado por el ministro de Finanzas y presidente del otro miembro de la coalición de Gobierno, el Partido Liberal (FDP), Christian Lindner.
El uso del gas como tecnología de transición está contemplado en el acuerdo de la coalición que gobierna Alemania desde diciembre, aunque sin llegar al extremo de calificarlo de sostenible.
El SPD también ve el uso del gas como una tecnología de transición necesaria mientras crece el uso de las renovables.
RESIGNACIÓN DE LOS VERDES
Los Verdes lo aceptan pero con resignación y temen que la posibilidad de declarar como sostenibles inversiones en energía nuclear y en termoelétricas a gas le quite fondos privados a las energías renovables.
Los fondos de inversión que se califican como "sostenibles" podrían incluir en su cartera acciones de consorcios atómicos o de empresas que usan el gas, lo que le restaría fondos a empresas de energía eólica o energía solar.
"Eso amenaza que las inversiones que necesitamos para las renovables terminen orientándose en la dirección equivocada", dijo la vicepresidenta de Los Verdes, Ricarda Lang, en declaración a la primera cadena de la televisión pública alemana (ARD).
Los fondos de inversión sostenibles movieron en 2021 cerca de 360.000 millones de euros en Alemania, según la Asociación Alemana de Fondos de Inversión.
POSICIÓN CONJUNTA ESTE MES Y APOYO DE LA DERECHA A BRUSELAS
El Gobierno quiere presentar una posición conjunta en el curso de este mes pero es escéptico ante la posibilidad de presentar una demanda, a diferencia del Gobierno austríaco y de Los Verdes europeos.
Desde la oposición la propuesta de la Comisión Europea ha encontrado apoyo de la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) y de la Unión Socialcristiana (CSU), el ala bávara de la Unión Cristianodemócrata (CDU).
"La propuesta de la comisión es el reconocimiento de algo innegable y es que no se pueden reducir las emisiones de CO2 sin energía atómica, a menos que se quiera generar desindustralización y pobreza", dijo el co-presidente de AfD, Jörg Meuthen.
El líder de la CSU en el parlamento, Alexander Dobrindt, por su parte, dijo que la matriz energética europea no tiene que ser igual a la matriz energética alemana.
"Dejar la energía atómica, el carbón y el gas es algo que no pueden hacer todos los países europeos al tiempo. Tampoco es algo conveniente para Alemania como economía que usa intensivamente la energía y que necesita importar parte de otros países", dijo Dobrindt.
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