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El operador australiano apuesta por las renovables y el almacenamiento para sustituir al carbón

El Plan Integrado del Sistema (ISP) prevé que el 90% de la capacidad de carbón actual se cerrará en 2035 y todas antes de 2040

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El Operador Australiano del Mercado de la Energía (AEMO) ha publicado una hoja de ruta de 25 años para la transición del Mercado Nacional de la Electricidad (NEM) hacia el cero neto en 2050.

El Plan Integrado del Sistema (ISP) confirma que la energía renovable conectada con la transmisión y la distribución, reforzada con el almacenamiento y respaldada por la generación a gas es la forma más barata de suministrar electricidad a hogares y empresas en la transición de Australia hacia una economía neta cero.

La urgencia de renovar el NEM viene impulsada por el cierre progresivo de las centrales eléctricas de carbón que quedan en Australia. Diez grandes centrales de carbón han cerrado desde 2012, y el ISP prevé que el 90% de la capacidad actual se cerrará en 2035 y todas antes de 2040.

La pieza central del plan es la ruta de desarrollo óptima (ODP, por sus siglas en inglés), una combinación de generación de sustitución a escala de red, almacenamiento y transmisión, con un coste de capital anualizado de 122.000 millones de dólares australianos (unos 76.000 millones de euros) hasta 2050. La ODP es la vía menos costosa para cumplir las políticas energéticas de reducción de emisiones de los gobiernos federal y estatales.

"El ISP es una hoja de ruta para guiar el sistema eléctrico australiano a través de la transición energética, proporcionando a los australianos electricidad fiable al menor coste", declaró Daniel Westerman, consejero delegado de AEMO.

"Un número récord de partes interesadas han contribuido a identificar la ruta de desarrollo más eficiente de las inversiones en generación, almacenamiento y transmisión, fundamentales para satisfacer las necesidades energéticas de los consumidores a medida que Australia realiza la transición hacia una economía neta cero para 2050", dijo.

Los mensajes clave de este plan son coherentes con las ediciones anteriores, que AEMO elabora cada dos años en virtud de la legislación energética australiana. Esas leyes también establecen lo que AEMO debe abordar en el ISP. Esto incluye las políticas y objetivos gubernamentales. El ISP no incluye la energía nuclear como modelo, ya que no es una política gubernamental y, de hecho, no está permitida por las leyes actuales de Australia.

"La transición energética de Australia está muy avanzada, y el año pasado las energías renovables representaron el 40% de la electricidad consumida", declaró Westerman.

Las increíbles cifras detrás del objetivo del 82% de energías renovables de Australia

En consonancia con informes anteriores, el plan identifica casi 10.000 km de nuevas líneas de transmisión necesarias de aquí a 2050 para conectar las nuevas fuentes de generación y cumplir los objetivos de fiabilidad al menor coste para los consumidores. Diez proyectos, o 2.500 km, ya están en marcha, y este plan identifica otros siete proyectos que ahora deben avanzar en su planificación y entrega.

Inversiones en transmisión

AEMO reconoce la clara necesidad de una pronta participación de la comunidad y una consulta efectiva sobre estos proyectos. Los proyectos de transmisión cuestan 16.000 millones de dólares, pero se espera que recuperen sus costes de inversión y, además, ahorren a los consumidores 18.500 millones de dólares en costes energéticos evitados y produzcan reducciones de emisiones valoradas en otros 3.300 millones de dólares.

Además, se espera que la construcción y el mantenimiento de infraestructuras energéticas en los próximos 20 años generen más de 60.000 puestos de trabajo en el sector de la energía.

El gas desempeña un papel crucial en la transición energética al generar electricidad de reserva durante periodos prolongados en los que las energías renovables no están disponibles, y su contribución es esencial para el ISP.

Las otras tecnologías cruciales incluidas en la hoja de ruta son los paneles solares domésticos y las baterías asociadas, los sistemas inteligentes y los vehículos eléctricos, o lo que el ISP denomina "recursos energéticos del consumidor". Las baterías domésticas, si se coordinan bien, pueden ahorrar a los consumidores unos 4.100 millones de dólares en costes evitados para inversiones adicionales a escala de red.

"Los consumidores son ya una fuerza motriz en la transición energética de Australia y esto va a continuar. Si se permite que dispositivos de consumo como paneles solares, baterías y vehículos eléctricos participen activamente en el sistema energético, se reducirán los costes para todos los consumidores", afirmó Westerman.

El ISP también señala los retos y riesgos de la transición energética. Los proyectos previstos se enfrentan a problemas de ejecución, como retrasos en el proceso de aprobación, incertidumbres sobre la inversión, presiones sobre los costes, problemas de licencia social, interrupciones en la cadena de suministro y escasez de mano de obra.

"Existe un riesgo real de que la sustitución de la generación, el almacenamiento y la transmisión no estén disponibles a tiempo cuando se retiren las centrales de carbón, y este riesgo debe evitarse", afirmó Westerman.

"Este ISP es un claro llamamiento a los inversores, la industria y los gobiernos para la entrega urgente de generación, almacenamiento y transmisión para garantizar que los consumidores australianos sigan teniendo acceso a electricidad fiable al menor coste", dijo.

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