La Agencia Europea para la Cooperación de los Reguladores Energéticos (ACER) ha presentado recientemente su último informe sobre medidas de emergencia energética, en el cual reafirma su desacuerdo con la denominada excepción ibérica.
En respuesta a la crisis energética, todos los Estados miembros de la UE introdujeron medidas de emergencia para apoyar a sus ciudadanos y su economía, y para mitigar los riesgos de seguridad del suministro energético.
En marzo, ACER publicó un inventario de más de 400 medidas adoptadas por los Estados miembros. Ahora, como parte de su serie de informes Market Monitoring 2023, ha publicado un informe más completo llamado Assessment of emergency measures in electricity markets para ayudar aún más a los responsables políticos a mejorar en su toma de decisiones.
Así, según ACER, pocas medidas se centraron específicamente en la transición energética, incluida la respuesta a la demanda o la integración del mercado; el efecto de las medidas de emergencia sobre estos dos objetivos reguladores fue mayoritariamente neutro o potencialmente negativo.
Medidas no alineadas
Además, algunas medidas entraban en conflicto entre sí, es decir, proteger a todos los consumidores de los precios máximos provocaba una demanda sostenida y ponía en peligro la seguridad del suministro. Las medidas de asequibilidad no selectivas generaron costes elevados que habría que recuperar en el futuro.
De hecho, las variaciones observadas en el uso de la capacidad transfronteriza se debieron a cambios locales en las pautas de intercambio, correspondientes a "cambios en los factores determinantes de los precios al por mayor o de la escasez". Por ejemplo, la diferencia entre los precios máximos en España y los precios máximos en Francia, ante la escasez, favoreció las exportaciones de España a Francia.
Según el informe, "esto ilustra los efectos en cadena de las medidas de emergencia fuera de la zona donde se aplican, al tiempo que confirma el papel esencial de la capacidad transfronteriza para garantizar la resistencia del sistema". "La capacidad de transporte desempeñó un papel importante en la protección contra los picos más extremos, mitigando en cierta medida la volatilidad de los precios, que de otro modo sería extrema, pero no impidió las considerables diferencias de precios entre los Estados miembros" prosigue la agencia.
"Cuando las medidas de emergencia afectan a los precios, repercuten en la integración del mercado. Cuando las medidas no están bien alineadas entre los Estados miembros, las medidas pueden exacerbar la divergencia de precios y cambiar las pautas de los intercambios transfronterizos", asevera ACER en el texto.
"En circunstancias específicas, como la exportación de España a Francia desde el verano de 2022, los intercambios transfronterizos también pueden aumentar. Sin embargo, en términos de bienestar, esto constituye una redistribución bastante descoordinada de los beneficios a través de intervenciones entre Estados miembros, más que un verdadero cambio en el bienestar" concluye.
Intervenciones
En cuanto a las intervenciones en el mercado mayorista, el impuesto sobre los beneficios extraordinarios es el que menos impacto tiene —aunque sí tiene impacto en la transición energética y en la señalización de precios—.
En las intervenciones en el mercado minorista, las medidas dirigidas, por ejemplo a los consumidores más vulnerables, tienen menos distorsiones y son menos costosas.
Fin a la crisis
El pasado mes de junio, la Comisión Europea dio por finiquitada la crisis energética y confirmó que no propondría una prolongación de las medidas de emergencia tomadas en 2022 para hacer frente a los elevados precios de la energía y a posibles interrupciones del suministro gasista procedente de Rusia.
El informe sobre la revisión de las intervenciones de emergencia para hacer frente a los elevados precios de la energía, de conformidad con el Reglamento (UE) 2022/1854 del Consejo, concluyó que, dado que la oferta y los precios del mercado de la electricidad de la UE han cambiado considerablemente desde los niveles récord del año pasado, “no parece necesario ni aconsejable prolongar estas medidas de emergencia en el momento actual”.
En este mismo informe, la institución europea señaló que los precios de la electricidad han bajado ya a menos de 80 euros/MWh y los del gas no sólo han descendido sino que se han estabilizado, hasta el punto de que los picos de precios de la electricidad observados a lo largo de 2022 se consideran “menos probables de producirse en el próximo invierno”
Asimov
18/07/2023