La Entidad Reguladora de los Servicios Energéticos (ERSE) de Portugal ha admitido que los 474 millones de inversiones propuestas por REN (Redes Energéticas Nacionales) para reforzar la red eléctrica en los próximos cinco años son necesarias y deberán ser aprobadas por el Gobierno, mediante el cumplimiento de un conjunto de recomendaciones del regulador.
En el dictamen positivo del regulador de la energía la ERSE concluye que la aprobación del plan de inversión en la red de transporte de electricidad "dará lugar a un riesgo reducido de que los consumidores puedan aportar costes adicionales".
La ERSE subraya que los 474 millones de euros que invertirá REN en la red eléctrica entre 2018 y 2022 representan un recorte del 35% frente al valor de las inversiones que entraron en explotación en el período de 2013 a 2017 (y por las que REN es remunerada, a través de las tarifas reguladas de electricidad).
Además, el impacto de las próximas inversiones de REN en las tarifas eléctricas será inferior al valor total a invertir, ya que a ese monto la REN deberá descontar todos los ingresos de compartimentos que sean pagados directamente por productores y consumidores de electricidad que soliciten la conexión de sus proyectos a la red.
La ERSE formula, sin embargo, un conjunto de recomendaciones para que la REN pueda obtener del Estado (como concedente de la explotación de la red eléctrica) las autorizaciones finales para las diversas inversiones en la mejora de la red.
La REN deberá, para cada proyecto, comprobar su plusvalía económica, además de probar que en los varios refuerzos de red la solución técnica propuesta es imprescindible para permitir la conexión de nuevos productores de electricidad.
Globalmente, REN entregó a ERSE un plan de desarrollo de la red eléctrica que cubre el período de 2018 a 2027. En los primeros cinco años REN propuso invertir 409 millones de euros. En el segundo quinquenio prevé invertir 405 millones. En la suma, son un 30% inferiores a la inversión que se proponía en el anterior plan decenal, que ascendía a 1.165 millones de euros.
Considerando los gastos de gestión y de gastos financieros, los costes totales de los cinco primeros años del nuevo plan de REN ascienden a los ya mencionados 474 millones de euros, que la ERSE ahora dice que están en condiciones de ser aprobados por el Gobierno.
La prudencia de REN en la preparación de las inversiones futuras fue reconocida por el regulador de la energía, que en algunos casos constató incluso que la inversión de la empresa peca de prudente. Fue el caso de un paquete de inversiones en proyectos complementarios (en su mayor parte de apoyo a la integración de energías renovables) que la REN presupuestó en 191 millones de euros. La ERSE considera que este paquete debería ascender a 220 millones de euros, para incluir unos 30 millones de euros de proyectos que la REN preveía realizar más tarde y que al final tendrán que ser anticipados.
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