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El sector renovable en España prevé un retraso en la puesta en marcha de nuevos proyectos pero mantienen los objetivos

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La crisis de la pandemia mundial tendrá consecuencias dramáticas para la economía. Sin embargo afectará más a unos sectores que a otros. Según la encuesta 'Global Capital Confidence Barometer', realizada por EY a través de un cuestionario a más de 2.900 ejecutivos de 46 países durante los meses de febrero y marzo, para conocer su opinión sobre la recuperación tras el coronavirus, el sector energético mundial no está en la primera línea de fuego.

El informe señala que el 49% de los ejecutivos espera que el sector de la energía, además de otros como la construcción, los medios de comunicación o el entretenimiento, será uno de los menos impactados por los cambios en el comportamiento de los consumidores, como consecuencia de la pandemia.

Según fuentes del sector eólico consultadas por este diario, aún es temprano para dar cifras concretas, pero las empresas están analizando tres tipos de escenarios para los próximos meses. Uno de ellos es sin el COVID-19, otro es con el virus pero con un impacto poco severo y un tercer escenario es en el que las consecuencias son muy severas. Por el momento, lo que ya saben es que se empieza a notar un cierto retraso en las ventas pero no esperan un decremento en la construcción de nuevos parques o en la entrega de nuevos pedidos. Se mantiene la idea de que se van a llevar a cabo los planes de los objetivos de renovables aunque no en el plazo esperado.

"Las empresas del sector renovable en Europa, y en España, quieren seguir trabajando con los gobiernos para que no decaigan los paquetes de estímulo verde", explican las fuentes.

Mientras tanto, el trabajo en mantenimiento de parques, en plantas de producción y en construcción ha vuelto casi a la normalidad, y no se espera una afectación significativa del coronavirus para las empresas.

"Es cierto que puede haber un cierto retraso en la construcción, pero la mayor parte de las empresas del sector fotovoltaico se han puesto en marcha", explica José Donoso, director general de UNEF, "y se hace con limitaciones porque los operarios trabajan sin tener ningún hotel abierto, ni restaurantes y con las dificultades añadidas de incluir todas las medidas de prevención de contagio".

La buena noticia es que no se ha cancelado ninguna obra solo están sufriendo problemas logísticos, "no solo de material sino también de movilidad de mano de obra", y lo que no está en construcción "se está retrasando pero eso no significa que no se vaya a hacer".

"A quienes sí les puede afectar esta crisis es a aquellos que estaban buscando construir a 'merchant' o mediante un PPA. Son los que pueden verse más condicionados", continúa Donoso, "los bajos precios del mercado eléctrico empujan a las entidades financieras y a los inversores a integrar esta nueva situación en sus decisiones".

La consecuencia directa es que "están endureciendo sus condiciones de financiación, ofreciendo bajos niveles de apalancamiento y pidiendo más garantías", concluye.

El año pasado, la potencia renovable instalada a la red en España se disparó hasta la cifra récord de los 6.456 MW, lo que representó 6.126 MW más que en el ejercicio anterior, cuando se conectaron 330 MW, de los cuales 194 MW correspondieron al plan eólico canario. Y en los primeros meses de 2020 todo el mundo quería instalar renovables en nuestro país. Ya había más de 200 GW que habían solicitado permiso para hacerlo.

La fotovoltaica, con un total de 93 nuevas instalaciones y 3.975 MW, fue la tecnología protagonista en el incremento ‘verde’ registrado el año pasado. Por su parte, un total de 86 de las nuevas instalaciones fueron eólicas (2.319 MW) y otros 10 correspondieron a otras tecnologías renovables (162 MW).

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