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El vórtice polar amenaza con disparar las facturas del gas en EEUU y Europa

El mercado del gas de EEUU se recupera ante los riesgos del vórtice polar, mientras Europa cae

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A medida que se acerca el invierno, comprender los principales fenómenos meteorológicos es fundamental para gestionar el riesgo en los mercados de energía y materias primas. Este invierno estará marcado por La Niña, aunque su débil intensidad añade incertidumbre a las previsiones de temperatura a largo plazo tanto en Estados Unidos como en Europa. Sin embargo, los patrones más amplios de los vientos atmosféricos indican la posibilidad de episodios de frío provocados por la ruptura del vórtice polar en ambas regiones, lo que podría incrementar la demanda de calefacción durante las tormentas invernales, según Weather and Commodities: Winter Outlook 2025/2026 de BloombergNEF.

Los precios del gas natural en EEUU aumentan de manera desigual entre sectores
El precio anual medio del gas natural que pagan las centrales eléctricas sube un 37% y el de los sectores comercial y residencial sólo un 4%.

Ante la expectativa de que el frío marque la temporada de retiradas de inventarios en EEUU, los futuros del gas son inusualmente caros, situándose por encima de los 5 dólares por millón de unidades térmicas británicas en Henry Hub. Esto refleja en parte la preocupación por episodios de frío durante diciembre y más allá, que dispararían la demanda y los precios del gas. De forma llamativa, las tendencias de precios en Europa no reflejan las de EEUU; los precios referenciados al Title Transfer Facility (TTF) han caído por debajo de los niveles promedio de cinco años, hasta 28 euros por megavatio-hora. Este comportamiento refleja las diferentes dinámicas que rigen la formación de precios y el riesgo meteorológico entre ambas regiones.

Posibilidad de irrupciones de aire frío

Quizá la previsión más crítica para los participantes del mercado este invierno sea la posibilidad de irrupciones de aire frío, que transportan aire ártico profundamente hacia los continentes, aumentando bruscamente la demanda de calefacción y provocando picos en los precios de la electricidad y el gas. Uno de los indicadores más destacados de este fenómeno es un calentamiento súbito estratosférico (SSW, por sus siglas en inglés). Actualmente, la disminución de la velocidad de los vientos estratosféricos sugiere una de las apariciones más tempranas de un SSW jamás registradas, ya que normalmente estos eventos ocurren más avanzado el invierno.

Varios factores apuntan a un mayor riesgo de SSW consecutivos y de irrupciones de aire frío. Es probable que el fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENSO) permanezca en una fase débil de La Niña este invierno, lo que aumenta las probabilidades de un SSW y, en general, implica temperaturas más frías en el norte de EEUU y Europa. La Oscilación Cuasi-Bienal (QBO) se encuentra en su fase del este, lo que también señala una mayor probabilidad de un SSW —en este caso, casi el doble— en comparación con las fases del oeste o neutras.

Además de las fases del ENSO y la QBO, el hielo marino del mar de Barents-Kara se encuentra cerca de mínimos históricos, lo que constituye otro indicador de un invierno frío. En conjunto, estos fenómenos aumentan la probabilidad de que este calentamiento temprano altere las temperaturas en superficie, transformando los otoños templados de ambos continentes en comienzos de invierno más fríos.

Los precios, por encima de lo que cabría esperar en EEUU

Los fundamentos del precio del gas están estrechamente ligados a los niveles de almacenamiento. En EEUU, cuando las reservas están por encima del promedio, los precios tienden a caer, lo que refleja un mercado sobreabastecido y una demanda más débil. Durante el invierno, esta dinámica se da cuando las temperaturas son más cálidas de lo normal, lo que reduce las extracciones de gas de los almacenamientos. Desde 2023, alrededor del 72 % de la variación del precio promedio mensual del contrato en Henry Hub se explica por esta sencilla regla empírica. Actualmente, los precios se sitúan muy por encima de lo que cabría esperar únicamente en función del almacenamiento, lo que sugiere que otros factores están impulsando los precios.

En el momento de redactar este informe, las condiciones para un SSW han surgido sobre previsiones ya frías para diciembre, lo que aumenta el riesgo de irrupciones de aire frío y condiciones de vórtice polar en EEUU y Europa entre mediados y finales de diciembre. Aunque este comportamiento no era previsible a comienzos de octubre, cuando los precios del gas empezaron a subir, ahora intensifica las preocupaciones por un diciembre frío, reforzando unos precios ya elevados.

En Europa, el riesgo actual de un SSW plantea la posibilidad de un escenario similar al de la “Bestia del Este” de 2018, cuando una irrupción de aire frío relacionada con un SSW hizo que las temperaturas medias cayeran aproximadamente 10 °C por debajo de la media de diez años en el noroeste de Europa. Esto puede reducir de forma significativa el almacenamiento de gas en Europa, empujando al mercado a recurrir al gas natural licuado en el mercado spot para cubrir la demanda.

Los precios actuales del TTF no han aumentado para reflejar los riesgos meteorológicos asociados a una ruptura del vórtice polar, lo que demuestra una sensibilidad diferente al clima en estos mercados. Si bien las olas de frío suponen un riesgo potencial para los mercados energéticos europeos, los factores geopolíticos y el equilibrio general del mercado siguen ejerciendo la mayor influencia sobre los precios del gas en Europa.

Todos contra el TTF: los futuros del gas acumulan una caída del 54% desde que la UE empezó a plantearse limitar precios

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