El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en un apasionado discurso ante la Cámara de los Comunes, ha establecido un plan para poner un sistema de precios a las emisiones de carbono que empezaría por 10 dólares canadienses (6,75 euros) por tonelada equivalente de CO2 en 2018, para luego ir subiendo 10 dólares cada año hasta llegar a los 50 dólares canadienses (33,8 euros por tonelada) en el 2022, con la firme resolución de liderar la lucha contra el cambio climático al tiempo que estimula la economía canadiense.
Trudeau ya había esbozado su apoyo a una transición de energía limpia, y este plan demuestra que se toma muy en serio la reducción de las emisiones para utilizarla como un trampolín para nuevas oportunidades en la economía canadiense.
El primer ministro comenzó su discurso hablando de los defectos de los gobiernos anteriores y el efecto que estos fallos han tenido y mostró una clara determinación para hacerles frente. "Después de décadas de inacción, después de años de oportunidades perdidas, finalmente, vamos a tomar medidas reales y concretas para construir una economía limpia, crear más oportunidades para los canadienses y hacer que el mundo sea mejor para nuestros hijos y nietos", declaró Trudeau
Trudeau pasó a esbozar un plan claro para reducir las emisiones de carbono al poner un precio al carbono en el país a partir de 2018. El precio propuesto se iniciará en un mínimo de 10 dólares canadienses por tonelada en 2018, subiendo 10 dólares más cada año hasta llegar finalmente a 50 dólares por tonelada en 2022. Después será revisado de nuevo.
Curiosamente, las diferentes zonas del país tendrían una opción para la forma de incorporar este precio, ya sea agregando directamente sobre la contaminación de carbono, o mediante la adopción de un sistema de límites máximos y comercio. Además, cada provincia se quedará con los ingresos que se generen en el marco del programa. Pero Trudeau fue claro en señalar que por ahora esto es sólo una propuesta abierta a discusión entre los diferentes grupos de la sociedad.
"En los próximos dos meses, el gobierno colaborará estrechamente con las provincias, territorios y organizaciones aborígenes para finalizar este plan," continuó Trudeau. "Estas discusiones son esenciales, porque sabemos que el plan para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no puede tener éxito sin la ayuda de nuestros socios provinciales y territoriales, que ya han demostrado un gran liderazgo en la lucha contra el cambio climático."
Todos se benefician, incluida la economía
Con cuidado de no centrarse exclusivamente en los beneficios ambientales del impuesto sobre el carbono y la transición hacia una economía "limpia", Trudeau señaló que habría una serie de beneficios económicos. Él indicó que este plan va a animar a las empresas a innovar en la búsqueda de formas de reducir las emisiones de carbono y, con el tiempo, hacer que las empresas canadienses sean más competitivas.
El primer ministro se refirió a las nuevas y emocionantes perspectivas de trabajo que se crearán como resultado de este cambio de orientación económica, destacando el aumento de la inversión en energía renovable, que fueron casi un 50% más altas que las realizadas en los combustibles fósiles en 2015.
"Este marco incluirá no sólo el plan para fijar el precio de la contaminación de carbono, sino que también allanará el camino a seguir para un mejor apoyo a la innovación y el empleo en el sector de la energía limpia, la gestión de los efectos del cambio climático la mejora de nuestra capacidad de adaptación y resistencia al clima, "declaró Trudeau.
No es la primera vez que Trudeau muestra su apoyo a la reducción de las emisiones de carbono, ya que este año se ha reunido dos veces con el presidente Obama para discutir medidas sobre el cambio climático y para planificar mejores maneras de incorporar fuentes de energía limpia. Pero el mensaje esta vez era más importante, ya que anunciaba los planes para tomar medidas para reducir las emisiones de carbono en Canadá.
"No hay refugio contra el cambio climático", añadió. "Es real y está en todas partes. No podemos deshacer los últimos 10 años de inactividad. Lo que podemos hacer es hacer un verdadero y honesto esfuerzo - hoy y para siempre- para proteger la salud de nuestro medio ambiente, y con ella, la salud de todos los canadienses".
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios