Una matriz eléctrica "relativamente limpia" y la disponibilidad de minerales críticos muy demandados como el litio y el cobre son algunas de las oportunidades que tiene América Latina en el proceso de transición energética, donde queda aún el reto de sustituir el uso de combustibles fósiles y multiplicar la presencia de energías renovables.
Estas son algunas de los conclusiones del Reporte de Economía y Desarrollo (RED): "Energías renovadas: Transición energética justa para el desarrollo sostenible", presentado este martes en Paraguay por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
El reporte, realizado en colaboración con la Administración Nacional de Electricidad de Paraguay (Ande), sostiene que la región "tiene una matriz eléctrica relativamente limpia", dado que el 57 % de la electricidad es producida con fuentes renovables, un valor superior al 36 % correspondiente al registro mundial.
En ese contexto, "el gran potencial de la región para producir energía limpia es una oportunidad para atraer inversiones en sectores intensivos en energía", señaló el estudio.
La mayor demanda de minerales críticos necesarias para la transición verde, como la producción de las baterías y los autos eléctricos, "ofrece oportunidades" para países que disponen de reservas.
La transición para América Latina
"Las reservas de plata, litio y cobre de América Latina y el Caribe superan el 30 % de las reservas y la producción globales, lo cual convierte a la región en un actor clave en la cadena de valor de las energías limpias", destacó la investigación.
Una de las características de los mercados energéticos en América Latina y el Caribe es la presencia de subsidios a la energía, que puede promover una alta demanda de combustibles fósiles, mismos equivalen al 4,7 % del PIB regional, una cifra que duplica los valores de los países más desarrollados (2,2 %).
El estudio enfatizó en el papel que puede cumplir el gas natural como "combustible de transición" que reemplace al carbón y el petróleo con el objetivo de reducir las emisiones carbono.
"Si el 50 % del uso de carbón y de combustibles derivados del petróleo en América Latina y el Caribe se sustituyera por gas natural, se alcanzaría una reducción directa equivalente al 6,5 % de las emisiones de la región", apuntó el documento.
Asimismo, mencionó la importancia de mejorar la eficiencia y funcionamiento de los sistemas energéticos y multiplicar la presencia de energías renovables.
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